Shobhana Chandra

En septiembre, los consumidores en los Estados Unidos moderaron las compras en los comercios minoristas, guardaron los ahorros derivados de los costos más bajos del combustible y favorecieron una terminación floja del tercer trimestre.

El aumento de 0,1 por ciento siguió a una escasa modificación en el mes anterior que fue más flojo de lo informado anteriormente, mostraron cifras del Departamento de Comercio este miércoles en Washington. El pronóstico medio de 82 economistas consultados por Bloomberg preveía un avance de 0,2 por ciento. Más de la mitad de las otras categorías comerciales exhibió disminuciones.

Las ventas flojas pueden llevar a dudar de la resistencia del gasto en consumo, que representa un 70 por ciento de la economía, en un momento en que la demanda externa también se enfría. Si bien los aumentos en el empleo y el combustible barato pueden ayudar a sostener las compras, un incremento de los salarios sigue siendo esquivo en tanto los diseñadores de políticas en la Reserva Federal evalúan si suben las tasas de interés este año.

“El consumo ha sido un pilar sólido del crecimiento en el verano pero ese pilar probablemente sea más frágil de lo que se esperaba”, dijo Thomas Costerg, economista sénior para Estados Unidos en Standard Chartered Bank de Nueva York. “A los consumidores les gustaría ver un mayor aumento salarial antes de gastar más libremente”.

Las estimaciones en la encuesta de Bloomberg sobre ventas minoristas totales variaron entre una caída de 0,2 por ciento y un aumento de 0,6 por ciento. El cálculo de agosto fue informado anteriormente como un aumento de 0,2 por ciento.

Siete de 13 categorías importantes exhibieron declinaciones, encabezadas por una caída en las estaciones de servicio en tanto los costos del combustible retrocedieron. La caída fue la más alta desde enero. Los datos sobre ventas del Departamento de Comercio no están ajustados por cambios en los precios.

Precios al productor. Un informe aparte del Departamento de Trabajo demostró que los costos más bajos de la energía amortiguaron la inflación mayorista. El índice de precios al productor bajó 0,5 por ciento, el nivel más alto desde enero.

Los costos más bajos del combustible deprimen los ingresos de las estaciones de servicio, pero siguen siendo un viento de cola para los consumidores. La nafta común en el surtidor costaba unos US$2,30 el galón esta semana, o sea 50 centavos menos que el máximo anual a mediados de junio, según AAA, el grupo automotor más grande de los Estados Unidos.

Es posible que la turbulencia en los mercados financieros esté llevando a los consumidores a poner parte de esos ahorros en el banco en vez de gastarlos en el centro de compras. Además de las estaciones de servicio, el informe del Departamento de Comercio mostró que las tiendas de electrónica, los comercios en materiales para la construcción, los almacenes y los comerciantes online vieron retroceder las compras el mes pasado.

Un clima más cálido que el habitual a mediados de septiembre probablemente redujo las compras de ropa otoñal, y también es posible que haya habido cierta recuperación de costos de inversión para ventas inusualmente fuertes en almacenes el mes anterior, escribió Ted Wieseman, economista de Morgan Stanley, en una nota con fecha 9 de octubre. Además, los datos más flojos de ventas llegan justamente “luego de informes flojos sobre desempleo en los últimos dos meses y una disminución en algunos de los indicadores de confianza del consumidor”, dijo.