En el primer Santiago de América, siguiendo mi trayectoria investigativa, descubro dos viviendas republicanas cuyas curiosidades aparecen en los huecos ventiladores existentes en su alto.

En la calle General Cabrera número 61, se puede apreciar   una residencia republicana de dos niveles con una curiosa estructura. La principal se encuentra en el segundo nivel, debido a que el borde de su techo sobresale como si fuera una marquesina; centralmente es triangular y de frente, su pared de abajo primero encierra un tragaluz de forma igual y segundo, pero más abajo, tiene dos huecos ventiladores cuyos bordes son de forma pentagonal con rejas, únicos formados así en toda la ciudad santiaguense.

Este nivel también tiene una galería de balcón con balaústres formados por molduras laterales con óvalos unidos que abarcan otra con un redondel y curvas. 

Tiene cuatro pilastras que terminan con un cuerpo que en la parte superior forma una curva de borde escarzano. Allí, su interior presenta tres puertas con persianas laterales y tragaluces de madera con calados formando tres medias rosetas, las laterales invertidas.

En su primer nivel también hay tres puertas, la del medio con persianas en los lados y tragaluz formando un abanico abierto pero en las de los laterales los calados de los tragaluces son  iguales a los del segundo nivel.

La otra se localiza en la calle España esquina Máximo Gómez. Ésta es de un solo nivel con ocho puertas, cada una con un marco en forma de  arco escarzano, al que le sigue un doble bordeado sobresaliente que al centro  forma un triángulo, el cual encierra una pared que presenta un hueco ventilador de borde cuadrilobulado.

Esta edificación es otra de las casas cuyas puertas abren hacia fuera, sin embargo cambia debido a que el  borde  superior que forma la mitad de una curva y cada una presenta un tragaluz formando un abanico abierto.