El verano comienza caliente: aumento de los casos de cólera, mucha lluvia vaporosa que augura dengue, y un aumento de la tarifa eléctrica. La población siente los efectos de la inflación, y los brotes de cólera o dengue presagian dificultades para el pueblo y el sector turístico.

A esto hay que agregar los préstamos que sigue aprobando el Congreso, entre ellos, el multimillonario para financiar la segunda línea del Metro, un proyecto que será útil en el futuro, pero que ahora no es urgente, mucho menos, cuando se calculan los pagos de intereses onerosos a bancos privados extranjeros que deberá hacer el país próximamente.

Las encuestas recientes de Gallup-Hoy y Penn, Schoen & Berland revelan que el descontento popular viene en ascenso.

Según la Gallup-Hoy de fines de abril, el 59% de la población desaprueba la gestión de Leonel Fernández, y la percepción de que las cosas van mal en el país se disparó a más de 80%. Los tres problemas más señalados fueron el alto costo de la vida, los apagones y la delincuencia. En consecuencia, 48.7% dijo que si las elecciones fueran hoy votaría por Hipólito Mejía. Los hombres y las personas menores de 35 años tienen mayor inclinación hacia la candidatura perredeísta.

La Penn, Schoen & Berland de mayo muestra que 61% de la población está insatisfecha con la labor del gobierno y 76% considera que las cosas en el país van en dirección equivocada. Este es el mayor nivel de desaprobación del gobierno peledeísta en el período 2006-2011 registrado por esta encuesta. Por ejemplo, en el año 2008, sólo el 44% de la población consideró que las cosas iban en dirección equivocada. En consecuencia, 51% de la población encuestada ahora manifestó que si las elecciones fueran hoy, votaría por Hipólito Mejía.

Todavía estamos lejos de las elecciones de mayo 2012, y por tanto, las encuestas que miden preferencia electoral son imprecisas. De aquí a las elecciones presidenciales hay muchos impredecibles que pueden inclinar la balanza en un sentido u otro. Pero ambas encuestas son claras en mostrar el significativo deterioro de la percepción que tiene la ciudadanía de la gestión del gobierno del PLD.

Para ganar las elecciones de 2012, el PLD cuenta con el miedo que un segmento del electorado le tiene al PRD y a Hipólito Mejía. Pero los datos de las encuestas citadas muestran, por primera vez, que paralelamente a ese miedo se va gestando también un fuerte desafecto con la gestión peledeísta.

En este último año de gobierno en que Leonel Fernández no será candidato presidencial, el funcionariado del PLD estará muy tentado a acumular mayor riqueza ante una posible derrota en el 2012. Eso no augura buena gestión al final de período. Tampoco se nota un esfuerzo especial de Fernández por llamar su gobierno a mejorar la gestión gubernamental. Eso tampoco augura bien para el PLD.

Lo que sí se ve desde ya es que en mayo de 2012 la sociedad dominicana se verá frente a dos opciones para escoger a quien perciba menos malo. De un lado, un partido y un candidato que salieron del poder en 2004 con un fuertísimo desgaste político. Del otro, un partido que culminará dos períodos de gobierno en franco deterioro de popularidad.

La agenda de problemas este verano con el aumento de la tarifa eléctrica en el epicentro del debate muestra un horno caliente y un aumento del descontento en la población dominicana. Los partidos tendrán sus candidatos y movilizarán sus masas clientelistas en sonoras caravanas políticas, pero también mucha gente se harta.