Joselin Rodríguez 
El actor mexicano Eduardo Verástegui dijo que su esperanza como cineasta es que el público encuentre en la película “Little Boy” (“El gran pequeño”) las respuestas a los problemas por los que hoy en día atraviesa la humanidad.
Verástegui, quien es el productor de esta cinta, presentó “Little Boy” el jueves en la noche en un centro comercial y momentos antes de la proyección se dirigió a los invitados, a quienes habló sobre el proceso creativo de esta producción, que le tomó cinco años.
“Yo espero que cuando salgan del cine se vayan no solamente entretenidos, llenos de palomitas o dulces, sino que además se vayan llenos de fe, amor y esperanza, se vayan inspirados a dar más, a perdonar más, inspirados a quejarse menos”, indicó el actor de 41 años, quien reafirmó su catolicismo tras actuar en la película “Chasing Papi” (2003), de Thomas Fuentes.
“Little Boy” se desarrolla en los años 40 y en ella se ve el mundo de cabeza a través de la mirada de un niño de siete años. El filme enfoca una serie de temas, entre ellos el acoso infantil y el racismo.
“Han pasado 70 años (desde la segunda Guerra Mundial) y hemos avanzado en ciencia, tecnología, medicina, pero seguimos teniendo los mismos problemas: guerras, prejuicios, racismo, ‘bullying’, etcétera”, expresó el galán.
El actor, nacido en Xicoténcatl, Tamaulipas (México) el 21 de mayo de 1974, dijo que la película deja una pregunta: ¿Somos parte del problema o de la solución?
“Mi deseo como cineasta es hacer películas que sean parte de la solución, que toquen el corazón de la audiencia y que sanen las heridas que hay en los corazones”, aseguró tras señalar que también tiene la intención de hacer del mundo un lugar mejor.
Verástegui afirmó que está convencido de que a través del arte se pueden curar las heridas del mundo y terminar con las divisiones que en él existen.
“El arte tiene el potencial para transformar vidas”, opina.
Protagonista. El actor dijo que la producción no había dado con el niño protagonista y que este fue descubierto en un grupo de pequeños que un día asistieron a un ‘casting’. El elegido fue Jakob Salvati.
