Verdades  sobre el uso del biberón

Verdades  sobre el uso del biberón

Es bien sabido que la  leche materna es el mejor alimento para un hijo durante los primeros 6 meses de vida. Sin embargo en algunas ocasiones, por infinitas razones  no se ofrece  la lactancia materna o si se hace, se suspende precozmente.

 En estos casos se debe utilizar un sucesor de la leche de madre: la  fórmula, que incluso en muchas ocasiones se combina con la lactancia materna.

Y obviamente, la leche industrial se le debe suministrar a los niños en  biberón.

Sabemos que la leche es uno de los alimentos más importante para los pequeños y que la deben consumir toda la vida, o por lo menos durante los primeros 5 años, pero  ¿hasta cuándo se debe utilizar el biberón?

Según un   estudio realizado por un equipo de investigadores estadounidenses y  publicado en “The Journal of Pediatrics”, esta práctica no se debe mantener  más allá de los doce meses, puesto que   aumenta el riesgo de desarrollar obesidad infantil hasta en un 30%.

Según los estudios de psicología infantil, hay casos extremos como el de algunos pequeños  cuyos padres no entendieron la importancia de sustituir a tiempo el biberón por alimentos sólidos. Por eso hay niños que a los 11 años toman  seis biberones al día y aunque estudian con otros de su misma edad, se comportan como si tuvieran 5 años o menos  y sufren de obesidad.

La publicación explica que el 17.6% de los bebés estudiados (un total de 6,750) era obeso a los 5 años y medio y el 22.3% de ellos tomaba biberones de leche hasta los 2 años. Algunos (18.9%) mantenían este hábito antes de irse a la cama y el resto utilizaba el biberón de forma regular también durante el día.

Para ir deshabituando poco a poco al pequeño, la Asociación Americana de Pediatría lanzó este año  algunas recomendaciones (que  han sido publicadas en la página web de la Organización Mundial de la Salud (OMS) http://www.who.int) para seguir a partir de los nueve meses: “Que las comidas entre horas no se realicen nunca con biberón, para tomar agua, mejor usar vasos o tazas y no dejar que el niño se vaya a la cama con el biberón”.

Hasta ahora el biberón se había relacionado con déficit de hierro y más probabilidades de caries, pero no con la obesidad.

Descuidos peligrosos.  Existen otros peligros para el niño, como “las caries de biberón”. Se denominan así porque aparecen cuando se asocian los azúcares que contiene éste, la placa bacteriana, las bacterias presentes en la boca y la acidez salivar. También se asocian en el desarrollo de maloclusiones: su uso continuo puede deformar el paladar y muchos niños desarrollan dientes salidos. La mordida se cruza, es decir, los dientes de abajo se anteponen a los de arriba, lo que le acarreará problemas odontológicos posteriores.

¿Cómo hacer para que dejen el biberón?

Hay que introducir al niño gradualmente en la alimentación familiar a partir de los seis meses. Es útil utilizar poco a poco otros elementos, como el vaso y la cuchara. Si después del año y medio el niño aún continúa consumiendo biberón, se debe tomar la decisión de suspenderlo. Hay que hablar con él y explicarle bien por qué no le conviene seguir utilizándolo. Después de esto, se debe escoger el biberón que más falta le hace al niño y empezar a suspender semanalmente uno a uno.

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