Vertederos y contaminación

Vertederos y contaminación

La República Dominicana está entre los mayores productores de desperdicios sólidos en función de su densidad demográfica. A esa condición debemos sumar el hecho de que también estamos entre los países con peores medios de disposición final de la basura.

Por  asociación de estos dos factores, la basura es el segundo gran causante de contaminación en el país, con todas las consecuencias negativas que esto implica para la salud. Los desperdicios son depositados aquí a cielo abierto y los vertederos son objeto de pobre mantenimiento y peor supervisión técnica y sanitaria.

El secretario de Medio Ambiente, Omar Ramírez, ha reclamado a los ayuntamientos que hagan una mejor supervisión de los vertederos a cielo abierto, que son la mayor parte, cuando no todos. Creemos que además de una buena supervisión de los depósitos existentes, es necesario agilizar su conversión a relleno sanitario, de manera que los basureros a cielo abierto dejen de existir en este país. Debemos considerar con toda seriedad la posibilidad de aprovechar toda la biomasa que produce este país en abundancia como un recurso energético alternativo, para producir biogás mediante digestores, retomando así viejos proyectos que han quedado sepultados en el olvido. También debemos explorar el reciclaje de los abundantes sólidos no orgánicos. Por lo pronto, mejoremos la supervisión de los vertederos.

Pasaportes para el progreso

La Secretaría de Educación Superior, Ciencia y Tecnología ha puesto a disposición de profesionales de varias disciplinas, un programa de becas para cursar maestrías y especialidades en universidades de varios países. Se trata de una noticia estimulante, pues se abre las puertas del progreso a quienes resulten beneficiados por este programa.

Sería de gran valor que la misma secretaría diseñe programas de becas para cursar carreras en universidades locales, que sean asignadas entre jóvenes de escasos recursos que han tenido que desertar de su formación académica por razones económicas. Un plan de este tipo debería favorecer, principalmente, a jóvenes con vocación por aquellas carreras que son objeto de gran demanda en el mercado laboral, o por parte del Estado, para el desarrollo de programas específicos con fines de desarrollo. Por lo pronto, consideramos de gran valor el programa de becas para postgrado anunciado por esa cartera.

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