La ropa de cama está confeccionada para cumplir dos funciones esenciales: una hacer de este mueble un «trono» de buen gusto y, otra brindar el mayor confort.
POR HELEN JÁQUEZ
Conciliar el sueño es una acción muy importante para todo ser humano, pues a través de éste el cuerpo renueva las energías y permite que cada día usted se levante con nuevos bríos; dispuesto a enfrentar una ardua jornada de trabajo.

Para acompañar este momento de relajación y descanso es necesario un ajuar, que no sólo sirva para que forme parte de la decoración de su habitación, sino que sea un complemento que le ayude a llegar a un completo disfrute de sus momentos de sueño.

«Vestir» su cama debe de ser para usted como vestir su cuerpo, pues es mimarse a sí mismo con sabanas que acaricien su piel con delicadeza; y al tiempo lo proteja de las bajas temperaturas  propias del acondicionador de aire o del estado climatológico.

Se denomina ropa de cama a todos los elementos que conforman los artículos que sirven para cubrir su cama, tales como sabanas, colchas, edredón o vuelones, duvet, almohadas, cojines. Todo esto cada vez más populares en la decoración actual.

Estos artículos están confeccionados para cumplir dos funciones esenciales: una hacer de su cama un «trono» de buen gusto y, otra brindar el mayor confort.

En el mercado local existe una gran variedad de ropa de cama que se puede diferenciar, ya sea  por su calidad, diseño, tamaño o marca. Se acomodan no sólo a su bolsillo, sino también a sus gustos y necesidades. Estos artículos que para mucho son considerados banales son una inversión a largo plazo, de la cual quien decida invertir no se arrepentirá.

La calidad de las telas a utilizar para elaborar estos artículos, va a depender de la cantidad y grosor del hilo que se utilicen para su confección. Los hilos más finos crean generalmente telas más suaves, y esa es parte de la razón por la qué una cuenta alta de hilos es considerada más deseable. Los hilos finos crean una tela más delicada. Las sábanas hechas de hilos plegado dobles son más fuertes y más duraderas, pero usualmente más pesadas. 

Otro aspecto a tomar en cuenta para medir la calidad de la ropa de cama es determinar cómo ha sido  procesado el algodón y examinar la terminación de la tela.

En cuanto a las nuevas tendencias en la ropa de cama Ángela Suárez quien es la propietaria de la tienda Marcán, explicó que «hace un tiempo atrás se llevaba mucho la corcha que viene siendo un cubrecama, la sabana del cubre colchón, la sabana de arroparse, y un cubrecama no muy grueso que cubría las almohadas. Esto ya no se usa, pues han cambiado los gustos y los estilos».

Agregó que, «antes se usaba mucho lo que era el estilo norteamericano, el cual consistía en colchas en estampados floreados en combinación con los cojines, cortinas y sabanas.  Pero en los últimos años se ha ido importado mucho lo que son los gustos europeos».

Aunque todavía se utilizan los encajes y floreados, en la actualidad se juega  con las mezclas de colores y texturas, haciendo mucho más libre la elección de la ropa de cama que engalanará su «reino».

Muchas personas tienden a comprar tela de tapizar para hacer su cubrecama, lo cual no es prudente ya que este tipo de textura no está elaborada para éste uso ni para estar en constate contacto con detergentes y agua. Por esta razón es que existen telas específicas para el uso diario «y que no son duras al contacto».

Líneas reconocidas
Es muy importante utilizar para la fina lencería de cama detergentes que no sean  muy agresivos, ya que estos tienden a deteriorar la tela. El uso de las secadoras tiende a tostarla  haciendo que estas pierdan su brillo y suavidad.

Entre las líneas de ropa de cama más reconocidas mundialmente se encuentran la francesa Yves Delorme y la Cottimaryanne italiana, esta última muy reconocida por la calidad de los materiales con la que la realizan.

Pero según Suárez, las sabanas hechas en Portugal, que son de un algodón satinado, son de muy buena calidad y muy resistentes a los embates del tiempo».

El tejido, factor clave
Un  factor clave en una ropa de cama es el tejido entre los que se encuentran el tejido Percala, el cual es denso y simple. Es una tela hilada hecha en algodón cardado y peinado. Las sábanas de Percala son las más finas. La alta cuenta de hilos da a la tela una sensación de seda.

Otro tejido es el de Franela: una tela hilada suave de peso medio y simple; usualmente hecha en algodón con una terminación afelpada en uno o ambos lados. El tejido Jersey es una tela de puntada simple, tejida por métodos circulares, muy elástica, con buenas condiciones para cortinajes.

En tanto, el tejido Satín tiene más superficie de hebra en el anverso de la tela que otros tejidos básicos y ofrece una superficie suave y lustrosa.

De acuerdo a Suárez, hay que tener en cuenta cuando una sábana se comercializa como 100% seda, «pues es muy difícil encontrar en el marcado ropa de cama en seda en su totalidad. Es más bien de poliéster, son incomodas y tienden a calentarse. Es mejor comprar sabanas de algodón egipcios, satinado, que parece seda, por la suavidad que tienen. Son más bonita, duradera y, lo mejor,  no son calientes», puntualiza.