Vestidores para dormitorios
más modernos y organizados

Vestidores para dormitorios<BR> más modernos y organizados

Cada vez tienes más ropa y no sabes cómo colocarla ni dónde hacerlo. En la actualidad, muchas de las nuevas viviendas traen incorporado al dormitorio principal un vestidor, que viene a ser una habitación a manera de armario empotrado donde puedes llegar a poner una silla y una mesita.

Lo cierto es que es todo un lujo tener esta habitación extra porque te permite mantener colocada toda la ropa, e incluso disponerla de manera que te sirva de maletero para la ropa fuera de temporada.

Si, por el contrario, tú no lo tienes, no te preocupes, siempre puedes sacar partido a tu habitación. Ante todo, hay que decir que no en todas se puede mandar a realizar un vestidor, por lo que has de contar con la ventaja de los metros cuadrados. Para revestirlo podemos optar por unos acabados en madera plastificada a dos caras, para evitar que se filtre la humedad, aunque también puedes optar por el papel pintado y unas cenefas o bien, simplemente, puedes pintarlos de algún color especial.

Una vez vestida la estructura principal nos disponemos a dividir el espacio. Para ello, existe en el mercado multitud de opciones que te facilitarán crear compartimientos. Desde las cajas más variadas de cartón, hasta cajoneras con distintos acabados, puedes llegar a colocar estructuras móviles que te facilitarán el trabajo a la hora de encontrar cualquier prenda. Sin embargo, y en contra de los bolsillos, hay que apuntar que para una perfecta organización del armario, el resultado sigue siendo caro en la mayoría de las ocasiones.

El elemento más barato es la barra para colgar las perchas, y a partir de aquí ir sumando los accesorios, como las barras hidráulicas que te permiten subir y bajar las prendas, las pantaloneras, que son perchas extraíbles que ocupan sólo 8 centímetros. Es aconsejable disponer una serie de baldas para extender la ropa, colocar jerseys o mantener algunas mantas guardadas. Para ello, elige tableros laterales con taladros para modificarlos según te convenga, subiendo o bajando las barras o colocando los estantes.

Para ahorrarte algún dinero puedes recurrir a la múltiple variedad de contenedores en cajas metálicas, de madera o tela, fibra o cartón, así como módulos de mimbre o plástico para compartimentar cada balda. Si no te preocupa el dinero, puedes encargar una serie de camiseros, que son baldas especiales para colocar estas prendas, o cestos metálicos que se desplazan a través de dos carriles.

ESPACIO PARA ÉL Y PARA ELLA

Los vestidores están diseñados para que la pareja que comparte vivienda pueda disponer de su zona reservada. En este sentido no difiere mucho de los típicos armarios. Sin embargo, a la hora de hablar de un vestidor hay que tener en cuenta una serie de cuestiones indispensables para sacar el máximo aprovechamiento de ellos.

Para la mujer es necesaria una barra alta para los vestidos largos. Ésta debe colocarse a unos 140/160 cm del suelo para que no arrastren, y se ha de calcular unos 8 centímetros de ancho por cada elemento para que no se formen arrugas. Además, hay que disponer también de una barra a media altura, entre 100 y 120 centímetros para las faldas y vestidos cortos, y dejar un espacio de unos 12 centímetros por prenda.

Coloca también una serie de cajones poco profundos, y más bien bajos, para la ropa interior y se pueden dejar algunas perchas extra para colgar los pañuelos y cinturones, o bien colocarlos en unas barras situadas en el reverso de la puerta.

Para el hombre es necesaria una barra a unos 100 centímetros de altura para colocar las americanas y las camisas, y entre cada prenda ha de haber unos 12 centímetros. Los pantalones se guardan estirados, en perchas especiales, y deben estar a una altura de 120 ó 130 centímetros. Si prefieres colocarlos doblados te bastará con 80 centímetros. Las corbatas y la ropa interior puedes colocarlas en cajones compartimentados, diseñados al efecto.

CONSEJOS PARA UN VESTIDOR IDEAL

De poco sirve tener un gran vestidor si, a la hora de mantenerlo a raya, las polillas y los malos olores se imponen en el interior.

La primera norma a seguir es no colocar la ropa planchada directamente en el armario. La humedad de la plancha a vapor queda impregnada en pequeñas dosis en los tejidos después del planchado. De este modo, es imprescindible, para evitar la humedad y los hongos, dejar la ropa durante un tiempo, antes de colocarla en su percha dentro del armario.

Por otro lado, si lo que vamos a hacer es guardar la ropa de temporada, hemos de tener en cuenta que las prendas de fibras naturales nunca se deben colocar en bolsas de plástico creadas al efecto, ya que impiden su adecuada aireación.

Además, si eres despistada y siempre colocas la ropa antes de que esté seca, pon unas cuantas «bolas secas», que encontrarás en las farmacias y que ayudan a secar el ambiente. También evitan la humedad unos saquitos con carbón vegetal, o de sal gorda.

Por otro lado, has de tener especial cuidado con la aparición de las maléficas polillas. La mejor solución es prevenir su aparición colocando entre la ropa saquitos de insecticida, aunque ya en las grandes superficies venden productos especiales, acondicionados para ser colgados que hacen muy buen efecto. Ten cuidado y revísalos de vez en cuando, no los dejes de un año para otro.

Por último, si lo que te preocupa es el olor del vestidor, no te preocupes, una vez que te hayas asegurado de que no hay moho, ni polillas, puedes comprar numerosas bolas de olor perfumado, sacos de sales perfumadas.

Fuente: SCD PRESS

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