Los manteles ya no son solo ese trozo de tela que protege la mesa de arañazos y manchas y nos permite depositar los alimentos de forma higiénica sobre él.
Ahora, tanto su función como sus modelos han dado un giro importante, y encontramos una gran variedad de opciones en el mercado para vestir la mesa en cualquier ocasión.
Durante mucho tiempo ha primado la comodidad para el día a día a la hora de elegir un mantel: fácil lavado y planchado, tejido plastificado para pasar un paño húmedo, y listo… Pero como todo regresa en la decoración, vuelven ahora, por ejemplo, los manteles con volantes y encajes de estilo shabby chic, a pesar de que el planchado no es tan fácil.
Tejidos y estilos. El hilo es el tejido tradicional de los manteles para las ocasiones especiales. Y su color, sin duda, el blanco. Puede llevar bordados, punto de cruz, deshilados o “filtiré”, puntillas…
Diarismo. Para el día a día se puede seleccionar un mantel estampado en flores, rayas, a cuadros o de color liso en tejidos como el lino y el algodón, que son por tradición las telas más usadas para manteles.
Alternativa. Los caminos de mesa son una opción simple y “estilosa”, permiten realizar una geometría muy interesante sobre las mesas rectangulares.
También se pueden disponer opcionalmente sobre un mantel.