El veto de la autoridad ambiental de Brasil a los proyectos de extraer petróleo frente a la desembocadura del Amazonas causó este jueves una dimisión en un partido de la coalición parlamentaria que apoya al presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
El senador Randolfe Rodrigues, jefe de la coalición oficialista en el Congreso Nacional, anunció su renuncia al partido Red Sustentabilidad, fundado por la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva.
La dimisión de Rodrigues, quien defiende la explotación de crudo frente a la desembocadura del Amazonas, se produce un día después de que el Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama, regulador) negara la licencia ambiental que había solicitado la petrolera estatal Petrobras para ese proyecto.
Rodrigues se quejó en las redes sociales de la decisión del Ibama y aseguró que el órgano ambiental “no escuchó” al Gobierno de Amapá, estado amazónico que él representa en el Senado y que se beneficiaría económicamente de las regalías petroleras si se llegara a explotar crudo en la región.
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Petrobras ha dado gran importancia en sus planes futuros a la explotación de crudo en la cuenca marítima situada frente a la costa norte de Brasil, denominada Margen Ecuatorial y donde se cree que puede haber reservas de 10.000 millones de barriles, según cálculos oficiales.
La empresa estatal ha reservado 3.000 millones de dólares, el 49 % de los recursos destinados a actividades exploratorias previstas hasta 2027, para perforar 16 pozos en esa cuenca marina.
El Ibama denegó la licencia ambiental porque la petrolera no presentó los estudios necesarios para determinar los riesgos ambientales de la actividad petrolera en una zona que, según los ecologistas, cuenta con una inmensa diversidad biológica y un delicado sistema de arrecifes.
La explotación petrolera en el Amazonas ha causado divisiones en sectores que apoyan al Gobierno de Lula, entre los que se inclinan a las ventajas económicas del proyecto y los que defienden la protección a ultranza del medioambiente.
Los grupos ecologistas celebraron la decisión del Ibama y le pidieron a Petrobras que aproveche esta situación para acelerar sus planes de transición energética.
“Es el momento de establecer un calendario para la eliminación de los combustibles fósiles en Brasil y de acelerar una transición energética en los países exportadores de petróleo y no de abrir nuevas fronteras de exploración”, afirmó a EFE la especialista de Políticas Públicas del Observatorio del Clima, Suely Araújo.
El Observatorio del Clima reúne a medio centenar de organizaciones ecologistas, incluyendo internacionales como Greenpeace, WWF y Conservación Internacional.