Vía crucis de una madre  a punto de perder hijo

Vía crucis de una madre  a punto de perder hijo

Con un  hijo recién nacido y enfermo de neumonía  en sus brazos, Dominga López estuvo a punto de verlo morir porque tres hospitales públicos le negaron asistencia.

Una madre de 20 años estuvo a punto de perder a su hijo de 23 días de nacido,  afectado de neumonía, porque le negaron la atención en tres centros hospitalarios del Distrito Nacional: el Robert Reid Cabral, el Luis Eduardo Aybar y el Marcelino Vélez Santana.

Su agónico recorrido, que comenzó a las 9:00 de la noche del jueves y concluyó  ayer a las 5:00 de la madrugada,  terminó en una  clínica de Santo Domingo Este, donde le pidieron diez mil pesos de avance para atender al pequeño.

 Esa suma dobla lo que gana  en la empresa de zona franca donde trabaja.

Su madre, Dominga López, quien la acompañó en esas horas de desesperación, le ofreció a la administración de la clínica el seguro del Senasa, aseguradora estatal que  confirmó que podían atender al casi moribundo infante.

 Ese golpe de suerte se debió a que todavía Doris está incluida en el seguro de su madre, quien labora como conserje en la escuela José Francisco Peña Gómez, del sector El Almirante.

Doloroso peregrinaje.  La noche del jueves  Franklyn Dariel Segura presentó problemas respiratorios. Su madre y su abuela lo llevaron al hospital Ramón de Lara, ubicado en la Base Aérea de San Isidro, en Santo Domingo Este.

Allí  le dieron los primeros auxilios y lo refirieron  al Robert Reid, donde lo enviaron en una ambulancia.

Al llegar a ese centro ni siquiera permitieron que lo desmontaran de la ambulancia, según relató López, quien explicó que la doctora de turno les dijo que no tenían camas para ingresar al niño.

Luego se desplazaron en la ambulancia hacia el Marcelino Vélez, donde una neumóloga también alegó falta de camas. Partieron hacia el hospital Santo Socorro, especializado en problemas respiratorios, pero estaba cerrado. A las 4:00 de la mañana llegaron al Aybar, donde  argumentaron lo mismo. Lo que más le dolió a  López fue la indiferencia de los médicos.

Las claves

1.  En carne viva

Dominga López, la abuela del niño, relató con sumo dolor la indiferencia con que la trataron en los hospitales, porque ni siquiera se dignaron a ver a su nieto.

 2.  Solidaridad

Esta mujer destacó que si no hubiese sido por el personal del hospital Ramón de Lara, que estuvo con ella y su hija en todo el trayecto, probablemente su nieto habría  muerto. Lo mismo no puede decir de los médicos del Robert Reid Cabral, Marcelino Vélez Santana y  del Luis Eduardo Aybar.

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