Viacrucis de un proyecto turístico bajo el PLD

Viacrucis de un proyecto turístico bajo el PLD

Allá en el año 2013, recién iniciado el gobierno del presidente Danilo Medina, se inició un Proyecto de Desarrollo en la Zona Colonial como destino turístico, contando con un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

A ese respecto, teniendo mi familia dos propiedades en la zona que se iba a intervenir de manera preferente, en la calle Isabel la Católica 51 y 52 a esquina Padre Billini, frente a la Iglesia de Santa Clara, a solo una cuadra de la Catedral Primada de América.

Como parte de ese plan, se anunció la pintura de la fachada de los edificios, el soterramiento del alambrado y facilidades a los propietarios para que pudieran invertir en atractivos turísticos.
En esas condiciones, nos movilizamos para participar en dicho proyecto, firmamos un acuerdo para que pintaran la fachada de ambas propiedades y solicitamos una cita con el ministro de Turismo, Francisco Javier García, procuramos los permisos correspondientes en la Oficina de Patrimonio Monumental, e iniciamos el desalojo de los 10 inquilinos de la Católica 52 para remodelarlo como Hostal y Restaurante.

Como no pude obtener la cita con el ministro, solicitamos una con la encargada de Planificación, Arq. Maribel Villalona, pero no obstante nuestras insistencias, fracasamos, pero seguimos adelante con el proyecto, que consistía también en establecer un centro gastronómico internacional y mercado de artesanías en la propiedad de la Católica 51.

El procesamiento de los permisos se hizo interminable, aparte del requerimiento de la intervención de arqueólogo que pagamos. Además, como hubo que mudar a los inquilinos advertimos a EDE-ESTE que íbamos a necesitar los mismos contadores que existían en ambos edificios y recordé que los transformadores que estaban colocados en los postes de luz de esa esquina los habíamos comprado nosotros en una remodelación anterior.

Al final, no apareció tal pintura de fachadas, se llevaron los transformadores sin colocar otros “PadMounted” como hicieron con Santa Clara y todo el vecindario, y apenas dos líneas eléctricas para cada edificio.

Tuvimos que cambiar todo el sistema eléctrico y sanitario y asumir el costo de las remodelaciones con préstamos cada vez más onerosos y ahora me exigen la compra de cables para traer la energía desde el Parque Colón y los portacontadores que debieron de establecer con los fondos del préstamo del BID, a un costo superior a los RD$600,000 mil pesos.

Entre tanto, la fachada de mármol, obligatoria para recubrir los edificios para hacer rentable la marmolera de Trujillo, estaba semidestruida, hubo que sustituirlo por mármol importado; pero como no era idéntico al anterior paralizaron la obra por cuatro meses, y ahora exigen el pago casi de RD$100,000 para que un arquitecto conservador firme para que se abra una entrada por una construcción reciente.

Para colmo de abusos, los postes de luz estaban soportados por tres cables fijados sin autorización por las paredes de la escalera, una sala y una habitación de la Católica 52. Además, habían puesto un cable de alta tensión pegado de los balcones de la Católica 52, se llevaron los transformadores y no colocaron ninguno.

En resumen, que hemos tenido que atravesar un largo vía crucis (siete años), ruinoso por demás, que solo podemos atribuir a que pertenecemos a una familia opositora al PLD…

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