Las personas que viajan por placer querrán volver a hacerlo. Ese ha sido el patrón, y así lo señala la firma McKinsey & Company en su informe “La llegada de la nueva normalidad: tendencias que definirán el 2021 y los años por venir”, el cual analiza algunos factores que marcarán la nueva normalidad de 2021.
De acuerdo al reporte, gracias a la confianza en las medidas de salud y seguridad tomadas globalmente, los vuelos domésticos en varias naciones, como es el caso de China, casi han vuelto al nivel que tenían antes de la pandemia y los viajes domésticos de lujo están, de hecho, por encima.
Esta tendencia resulta de dos factores. El informe señala, en primer lugar, que los viajes de placer responden a la motivación humana de explorar y disfrutar… y eso no ha cambiado.
“De hecho, una de las primeras cosas que la gente hace apenas tiene los medios es empezar a viajar, primero a lugares cercanos a su casa y luego más lejos. No vemos razón para creer que el aumento en la prosperidad global vaya a retroceder o que la curiosidad humana vaya a disminuir”, expresa Antonio Novas, socio de McKinsey & Company y representante de la firma en República Dominicana.
Otro factor relacionado con esta proyección de crecimiento es la tendencia del aumento del consumo, matizado por el fenómeno conocido como “revancha del consumidor”.
Uno de los hallazgos presentados por McKinsey señala que a medida que regrese la confianza de los consumidores en 2021, también aumentará el gasto y algunos sectores serán arrasados por dicho fenómeno, conocido también como “gasto de desquite”. Se trata de una tendencia que ha ocurrido en todas las recesiones económicas previas.
Caso China
El estudio de McKinsey & Company pone como ejemplo la experiencia vivida en China, donde el sector hotelero y de viajes experimentó una recuperación a comienzos del tercer trimestre del 2020. Si bien con matices diferentes: los viajes internos estaban al alza, pero los viajes internacionales todavía eran escasos, debido a las restricciones fronterizas relacionadas con la pandemia y a las preocupaciones sobre salud y seguridad.
En China, en conjunto, la ocupación hotelera y el número de viajeros en los vuelos domésticos estaba por encima del 90 por ciento de los niveles del 2019 a finales de agosto 2020, y durante las vacaciones de la “Semana dorada”, en octubre, más de 600 millones de chinos hicieron algún viaje, alrededor del 80 por ciento de la cifra del último año.
Pese a que los viajes de placer podrían recuperar su dinamismo, los de trabajo y negocios podrían disminuir. “La historia muestra que, después de una recesión, los viajes de negocios se demoran más en recuperarse que los de placer.
Después de la crisis financiera del 2008-2009, por ejemplo, los viajes internacionales de trabajo tardaron cinco años en recuperarse, en comparación con los dos años que se demoraron los viajes internacionales de placer”, añade Antonio Novas.
Por definición, los viajes de placer son discrecionales. Los viajes de trabajo, en cambio, no lo son tanto. En el 2018, el gasto en viajes de trabajo alcanzó USD $1,4 billones, lo cual corresponde a más del 20 por ciento del gasto total en el sector hotelero y de viajes. El gasto en viajes de trabajo también es responsable de una gran parte de las ganancias: por ejemplo, 70 por ciento de los ingresos globales de los hoteles de lujo.
No obstante, durante la pandemia surgió una pregunta: ¿exactamente cuándo son necesarios los viajes de trabajo? La respuesta, casi con absoluta seguridad, es que ya no son tan necesarios como antes. Las llamadas de vídeo y las herramientas de colaboración que permiten el trabajo a distancia, por ejemplo, podrían reemplazar algunas de las reuniones y convenciones presenciales.
Una encuesta realizada a gerentes de negocios de viajes encontró que estos esperan que el gasto en viajes de negocios en el 2021 solo llegue a la mitad del registrado en el 2019.
El uso tan efectivo de la tecnología durante la pandemia más las restricciones económicas que podrían enfrentar muchas compañías después de esta pueden presagiar el comienzo de un cambio estructural a largo plazo en los viajes de negocios.
La recuperación del turismo de placer muestra que pese de que la pandemia de la covid-19 ha sido un desafío humanitario sin precedentes, el cual todavía está lejos de terminar, en la medida que las personas se sientan más seguras y con la evolución de la vacunación a nivel global, es posible ser moderadamente optimistas acerca de que la nueva normalidad se volverá una realidad en un horizonte cercano.