En nuestro país, muchas calles y avenidas están dedicadas de manera inmerecida a figuras públicas que tienen grandes sombras en sus vidas. Y uno no se explica cómo fueron seleccionadas para nombrar ciertas vías.
La consideración proviene del laureado escritor José Alcántara Almánzar, director del departamento cultural del Banco Central de la República Dominicana, quien señala que, por el contrario, para aparecer en un billete de esa institución, los personajes tienen que ser impolutos.
“Lo primero que se hace es indagar la hoja de vida de esas personalidades que se proponen para integrar una familia de billetes. Por lo general son héroes, hombres y mujeres que lucharon por la libertad de nuestro pueblo, e intelectuales brillantes”, apuntó.
Es cierto, aclaró, que “Trujillo aparece no solo en un billete sino en una moneda, pero sabemos que eso ocurrió durante su dictadura, cuando él decidía todo”.
“Hay billetes de figuras incuestionables, como Duarte, un prócer íntegro que entregó su vida para hacer posible la Independencia Nacional, y que, paradoja del destino, fue desterrado por el primer gobierno de la República”.
De manera que no nos debe sorprender, agregó, que los que merecen una calle no la tengan. Describió los méritos de Salomé Ureña, Pedro Henríquez Ureña, José Reyes, Emilio Prud-Homme, Patria, Minerva, María Teresa Mirabal y otros patriotas, grandes humanistas, maestros en música y composiciones nacionales que figuran en papeletas y monedas de la entidad oficial.
Alcántara Almánzar considera inexplicable que grandes avenidas tengan nombres de presidentes extranjeros. “Eso demuestra la influencia de los Estados Unidos en nuestro país y el deseo de complacerlos”, significó refiriéndose a algunos gobernantes norteamericanos que ostentan principales vías capitalinas.
Lamentó que a personalidades locales se les hayan asignado callecitas insignificantes para honrarlos, en barrios completamente pequeños o poco conocidos. “’Cómo se explica que muchas calles tengan números?”, preguntó y opinó que “deberían tener nombres de gente meritoria”.
“Pero ese es el papel del cabildo, y son los regidores los que toman la decisión. Si se va a hacer bien, se debe determinar quiénes pueden figurar, para que sea coherente: músicos, profesores, poetas, profesionales distinguidos”.
Se quejó de la señalización y expresó que, aunque el Ayuntamiento del Distrito Nacional está haciendo un esfuerzo, hay muchas calles sin identificar. “No debe ser en un poste de luz sino en una pared. O hacer un pequeño muro de cemento a la altura de la vista”. Muchos de los rótulos, observó, “a veces se oxidan, se destiñen, algunos se los puede llevar cualquier vehículo grande”.
El Millón. José Alcántara Almánzar cuestionó que la urbanización El Millón esté llena de calles con nombres de obras del gobierno de Joaquín Balaguer. “Hay que rebautizarlas dándoles nombres significativos. Creo que deben sustituirse por figuras relevantes en la historia de nuestro país”.
Cuestionó denominaciones como Presa de Tavera y Cruzada del Amor, pero también existen Pidagro, Centro Olímpico, Corde, Doce Juegos, Palacios Escolares, Obras Viales, Clínicas Rurales, Presa de Valdesia, Teatro Nacional y otras que fueron realizaciones balagueristas, asignadas “con fines políticos para resaltar la figura del exgobernante”.
Presidentes norteamericanos. “No me opongo, por ejemplo, a que exista una calle Abraham Lincoln; es el libertador de los negros esclavos en Estados Unidos y eso significó una nueva etapa y un ejemplo para las demás naciones que todavía estaban sujetas a regímenes inicuos o esclavistas”.
Sin embargo, consideró que otros no merecen ese tributo, por ser “símbolos de injerencia, dominio, adulación…”.
“¿Por qué tantas calles y avenidas importantes dedicadas a presidentes norteamericanos o europeos cuando deberían llevar los nombres de los nuestros?”, cuestionó.
Enfatizó que las autoridades del cabildo encargadas de aprobar nombres de figuras para asignarles calles deberían asesorarse con historiadores y otros entendidos para saber si hay un fundamento histórico que lo justifique. “Porque muchas veces lo hacen para complacer familiares”.
Propuestas. Por todas esas razones el distinguido historiador sometió a la consideración del Ayuntamiento del Distrito Nacional una serie de nombres “de figuras notables de la literatura, la historia, la música, el canto, el periodismo, la investigación social, que pueden perfectamente figurar con orgullo y dignidad en los nombres de nuestras calles”.
Casi todos, añadió, “son dominicanos, y los extranjeros se ganaron con sus aportes al país la condición de dominicanos. Sin embargo, ellos no han sido distinguidos como merecen por nuestras autoridades edilicias”.
Alcántara Almánzar no solo se dedicó a citarlos, sino que hizo una breve ponderación de la vida, la obra y los aportes de cada uno. Se ofrecerán sus nombres en próximas entregas.