El Vicepresidente Rafael Alburquerque, experto laboral, inició ayer una jornada de mediación entre la empresa Texaco-Chevrón y sus transportistas. Adelantó, sin embargo, que se trata de un conflicto difícil.

El vicepresidente Rafael Alburquerque empezó un proceso de mediación entre el Sindicato Autónomo de Chóferes Transportadores de Petróleo y Afines (SACTPA) y la empresa Chevron-Texaco, pese a que  reconoció que se trata de un conflicto difícil de solucionar.

Alburquerque se reunió en la mañana con el Secretario General del SACTPA, Clemente Morillo, quien le hizo una explicación detallada del conflicto y para mañana miércoles tiene en programa un encuentro con los transportistas y ejecutivos de la Chevron.

Alburquerque reconoció que, por un lado, el sindicato tiene justa razón al iniciar una lucha para defender a chóferes que tienen muchos años trabajando en el transporte de petróleo para la Chevron y que ahora se exponen a perder su medio de sustento.

Por otro lado, dijo Alburquerque, están los intereses de la Chevron que considera que en un régimen de libre comercio tienen también el derecho de utilizar sus propios camiones o de contratar a otras firmas privadas transportadoras.

Alburquerque, quien fue abordado en el Palacio Nacional, adelantó que sostendrá una serie de reuniones con los representantes de la Chevron y de las empresas transportistas afectadas  “a ver si encontramos una solución”.

Pero insistió en reconocer que se trata de un conflicto difícil de solucionar pues ambas partes están reclamando “derechos legítimos” que hay que tratar de conciliar.

La hora del encuentro no ha sido fijada.