Río de Janeiro,  BRASIL.  El vicepresidente Rafael Alburquerque dijo  que la pobreza y la exclusión social son una amenaza latente contra la democracia de la región y afirmó que los programas de protección social tienen que ser fortalecidos para frenar el crecimiento de la pobreza.

Al hablar en  la “Segunda Conferencia de Río de Janeiro sobre Desarrollo Humano”, Alburquerque ponderó “el esfuerzo que  hace el Gobierno  a través de los Programas de Protección Social, en favor de las familias pobres, las cuales ha impactado con la reducción de los índices de pobreza”.

Destacó que los programas  están en el Plan Plurianual del Sector Público; los  que afirmó apuntalan el fortalecimiento de la visión país, plasmada en el Plan Nacional de Desarrollo.

Alburquerque afirmó  que la política de Protección Social  tiene como prioridad fundamental la promoción del capital humano de los hogares pobres, así como proteger sus ingresos de las variaciones de los precios internacionales, mediante la transferencia de fondos focalizados a los sectores más vulnerables de la población.

Dijo que como forma de fortalecer el Programa de Protección Social, el Sistema Único de Beneficiarios (Siuben) hará un censo socio-económico a más de un millón 800 mil hogares pobres a partir  de julio próximo, para a partir de ahí extender el plan.