QUITO (ANSA).- El vicepresidente de Ecuador, Alfredo Palacio, negó ayer ante el Congreso ser amigo de un jefe de la red de narcotráfico que, según versiones periodísticas, apoyó económicamente la campaña electoral del actual gobierno, en un escándalo que amenaza la estabilidad institucional del país.

Palacio aprovechó además su comparecencia para solicitar al presidente, Lucio Gutiérrez -con quien mantiene hace meses cierta distancia por diferencias políticas-, que retome sus propuestas de campaña, e instó a formar un gobierno de «concentración nacional» con la participación de movimientos sociales.

El vicepresidente, a pedido suyo, asistió al Congreso unicameral para aclarar su vinculación con el empresario César Fernández, acusado de actividades ligadas al narcotráfico y que, según versiones de la prensa ecuatoriana, aportó 30.000 dólares para la campaña electoral pasada.

Fernández, ex gobernador de la provincia costera de Manabí, fue vinculado por la policía local con los carteles de Sinaloa, México, y Cali, Colombia, tras ser detenido a fines de octubre cuando se aprestaba a enviar a Estados Unidos 428 kilos de cocaína.

Palacio, un médico sin afiliación política, está en el ojo de la tormenta luego de que diarios locales publicaron fotografías en las que aparece junto a Fernández y divulgaron un documento en el cual proponía el nombre del empresario para un cargo gubernamental, iniciativa que no prosperó.

Palacio dijo que «nunca» negó conocer a Fernández, pero apuntó que «las relaciones de cordialidad no pueden ser confundidas con amistad y, peor todavía, asumir compromisos con la conducta de tal ciudadano».

«Rechazo cualquier implicación que atente moralmente contra mi honra, lo hago a nombre propio, de mis colegas, de mis amigos verdaderos y del pueblo de esta nación», agregó.

Además explicó que eligió a Fernández para integrar el Centro de Rehabilitación de Manabí porque «era un hombre representativo de su provincia que se mantenía sin ningún cuestionamiento hasta ese momento».

Pero aclaró que la designación de Fernández no se cumplió, ya que el cargo que debía ocupar quedó disuelto por una decisión anterior.

Palacio criticó duramente que no se le haya informado sobre las investigaciones policiales en curso contra Fernández antes de viajar a Manabí a inicios de noviembre, donde mantuvo encuentros con el empresario.

«Es inaceptable que el segundo mandatario llegue a cualquier localidad del país donde el estado está realizando una investigación grave, no se le informe y se permita que un sospechoso -a pocas semanas de ser capturado- se le acerque libremente, exponiéndolo a peligros éticos, morales, internacionales y hasta físicos», acusó Palacio.

El vicepresidente sostuvo que con Gutiérrez «no existen diferencias personales sino políticas» debido especialmente al «renunciamiento al proyecto político y a los enunciados de campaña».