La vicepresidenta de la República, Margarita Cedeño de Fernández, aseguró ayer que hubiera resuelto “rápidamente”, aunque no dijo como, la situación generada por la muerte de 11 niños el fin de semana en el hospital Robert Reid Cabral por falta de oxígeno.

Cedeño, quien ha realizado obras en el centro de salud, dijo que para ella el hecho fue indignante y que se sintió “muy mal y agredida en lo personal”, al pensar en las madres de los fallecidos.

“Vamos a esperar la investigación, lo que arroje la misma y tomar todas las medidas estrictas y rigurosas, de manera que se siente un precedente de que no puede volver a suceder. Yo lo hubiera resuelto rápidamente”, expresó, sin ofrecer más detalles.