Roma. La vicepresidenta de la República Dominicana, Margarita Cedeño, reclamó hoy en Roma justicia social para la mujer en el mundo rural y destacó la necesidad de implantar políticas públicas específicas para acabar con la discriminación de género en ese ámbito.

Bajo el título “El empoderamiento de la mujer en la agricultura familiar”, Cedeño impartió una conferencia en la sede de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en la que consideró “ineludible” ayudar a las mujeres para superar los obstáculos y la desigualdad que todavía afrontan en el campo.

“La Humanidad tiene una deuda con la mujer que solo se puede pagar con justicia social”, sostuvo la vicepresidenta, que instó a aprovechar la futura agenda de la ONU que establecerá los objetivos de desarrollo después de 2015 para llevar a cabo “acciones estratégicas” en favor de las mujeres y de un futuro “más próspero».

La responsable dominicana aseveró que la mujer es la “piedra angular de la economía rural”, aunque siga rezagada en cuestiones como el acceso a la tierra, al crédito, a la capacitación, a los insumos y a la tecnología.   “Ha quedado demostrado el poco interés que existe hacia esta cuestión”, indicó Cedeño, que recordó que la titularidad de tierras a manos de mujeres no supera el 20 % del total y que ellas solo reciben el 10 % de la ayuda destinada a la agricultura.

Asimismo, la que fuera primera dama durante los mandatos presidenciales de su esposo, Leonel Fernández (2004-2008 y 2008-2012), lamentó que persista la marginación que viven muchas mujeres en el campo, que -dijo- rinden menos y reciben un menor salario que los hombres.   Por otra parte, Cedeño instó a “volver al campo” y apoyar el desarrollo rural después de que la emigración a las ciudades haya derivado en problemas como la superpoblación de los centros urbanos, el aumento de la desigualdad social y el colapso de los servicios sociales.

En el caso de la República Dominicana, subrayó que se ha fortalecido la iniciativa del banco de alimentos con participación de la Iglesia, las empresas y la sociedad civil para evitar los desperdicios de alimentos, que se estima que en general terminan en la basura en un 30 % de los casos.

También resaltó la importancia de la cooperación y resaltó el programa puesto en marcha en su país “Progresando con solidaridad”, que está destinado a 800.000 familias pobres y, entre ellas, a 94.500 mujeres.   Entre las medidas promovidas, la vicepresidenta puso de ejemplo la utilización de abono orgánico a través del cultivo de lombrices de tierra para obtener cacao orgánico y el fomento de los huertos familiares.

“Yo tengo mi propio huerto en el despacho”, afirmó entre risas.   En relación con la entrada ilegal de trabajadores haitianos en la República Dominicana, Cedeño argumentó que están trabajando en un plan de regularización para esas personas y mostró el interés de su país de dar “su mano amiga” a sus “hermanos haitianos».   En ese sentido, destacó la necesidad de que Haití fortalezca su “entramado institucional como Estado” para impulsar las relaciones de intercambios en migración y otros sectores. EFE