CARACAS, Venezuela. AP.  El vicepresidente Nicolás Maduro, con voz ronca luego de extensas jornadas de discursos y una gripe que padece desde hace varios días, protagonizaba actos de un punto a otro del país el viernes, colocándose por primera vez como figura principal frente a decenas de simpatizantes del chavismo.  

 Maduro, de 50 años, está en campaña electoral frente a la posibilidad de que el presidente Hugo Chávez quede inhabilitado y no pueda asumir el cargo el próximo 10 de enero, dijeron analistas consultados por la AP.   La víspera, Maduro ofreció un breve reporte sobre el estado del presidente y aseguró que estaba consciente, que seguía en reposo absoluto y recibiendo medicamentos para una infección respiratoria que le fue detectada el lunes.    Si Chávez, que se encuentra en La Habana recién operado de un cáncer que lo aqueja desde el 2011, no puede asumir su mandato, entonces el mecanismo constitucional prevé la posibilidad de convocar nuevas elecciones en un período de 30 días.    Maduro, en un acto ayer, estuvo junto al que algunos analistas consideran su rival, el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, un teniente retirado del ejército y quien desde fines de los años 80 acompaña a Chávez, primero en las filas militares y luego en distintos cargos en el gobierno.    Aunque en su discurso Maduro reiteró sus frases de apoyo a Chávez, también se refirió por primera vez de forma directa a las versiones sobre fracturas en la cúpula chavista, dijo que eran un invento “de la derecha”, como denominan a sus rivales opositores, y envió junto con Cabello un mensaje de unión.    “Estamos juntos, porque además, ustedes saben que hay una campaña internacional, de la derecha nacional y… para tratar de dividirnos”, dijo Maduro.

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Contra los chismes

Cabello también hizo breves declaraciones y con tono enfático dijo que frente a esas versiones de riñas intestinas, los funcionarios como él, Maduro, Jaua y Ramírez acordaron que si surgían “chismes” que los enfrentaran.    En la oposición “sigan sacando sus cuentas, que se van a volver a equivocar. El liderazgo y la lealtad al comandante Chávez de nosotros está garantizado”, aseguró Cabello.