MEXICO (AFP).- El presidente mexicano, Vicente Fox, afirmó ayer, domingo, que seguirá insistiendo al gobierno de Estados Unidos en que la reforma migratoria que se debate en su Senado debe legalizar a todos los trabajadores extranjeros indocumentados, aunque el último acuerdo sólo incluye a una parte.

“Nuestra insistencia y nuestra posición será que sean todos los que están trabajando allá en Estados Unidos queden debidamente reconocidos, legalizados y a la vez protegidos de todos sus derechos laborales y humanos”, declaró el mandatario desde su rancho en el estado de Guanajuato (noreste), donde pasa las vacaciones de Semana Santa.

El pasado jueves, los senadores republicanos (que son mayoría) y demócratas llegaron a un acuerdo para incluir en la reforma la legalización de aquellos indocumentados que lleven más de cinco años viviendo en el país, que se calcula en unos siete de los 12 millones de migrantes sin papeles.

Fox reiteró que el asunto de la legalización, uno de los que contempla el acuerdo integral, “no se trata ni de amnistía, no se trata de que adquieran la nacionalidad americana: se trata de que ejerzan su trabajo con dignidad, con calidad, con productividad”.

Igualmente, Fox reiteró que el segundo aspecto más importante de la reforma migratoria se refiere a los “flujos futuros”. Lo que “más conviene a Estados Unidos y a México, lo que más conviene a los migrantes es que ese flujo sea ordenado, sea seguro, sea legal”, es decir, un programa de trabajadores temporales.