POR DIEGO PESQUEIRA
El vicepresidente de la República, Rafael Alburquerque, advirtió ayer que en caso de que la Junta Central Electoral no acepte la observación de la Comisión de Seguimiento, presidida por monseñor Agripino Núñez Collado, la población no tendría credibilidad en ese tribunal electoral.

A juicio de Alburquerque la Comisión de Seguimiento reforzaría el trabajo que realizan los jueces de la JCE y daría confianza a toda la ciudadanía.

“En las elecciones anteriores hubo ese seguimiento y no se registró ningún problema, de manera que esa labor le daría más confianza a toda la ciudadanía de que habrá transparencia y que se respetarán los resultados de las elecciones”, precisó.

Recordó que en las pasadas elecciones hubo seguimiento a las actuaciones de la JCE y no se registró ningún contratiempo, razón por la que descartó que en el presente proceso electoral pueda registrarse algún problema por las labores de la Comisión.

“En las elecciones del 2004 también hubo cierta resistencia al trabajo de la Comisión de Seguimiento, pero sin embargo todo se superó con los esfuerzos conjuntos de toda la sociedad. Yo estoy seguro que no hay ningún interés de nadie en la Junta Central Electoral de rechazar la Comisión porque es una garantía y al mismo tiempo mayor tranquilidad a la población en sentido general”, apuntó.  Advierte que en caso de que la Junta Central Electoral (JCE) no acepte el trabajo de la comisión de seguimiento, entonces la ciudadanía no tendría confianza en su labor de arbitraje electoral.

Albuquerque reiteró que el Partido de la Liberación Dominicana solicitó de manera formal que haya observadores y al mismo tiempo que la Comisión de Seguimiento, que ya operó en las pasadas elecciones presidenciales, tenga participación en el proceso electoral a celebrarse el 16 de mayo próximo.

TODO CLARO

De otro lado, Alburquerque, solicitó a la JCE resolver el problema de las alianzas y la configuración de la boleta, tras advertir que no se puede permitir que las próximas elecciones peligren por las pugnas internas que persisten entre los candidatos de la Alianza Rosada.

“En el caso del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y del Bloque Progresista se conocen todos los candidatos, pero lo no se puede permitir es que las disputas de un partido y sus aliados pongan en peligro las elecciones”, agregó.