POR FERNANDO QUIROZ
En los últimos seis meses han sido asesinados dos periodistas en República Dominicana, aunque sus casos forman parte de una secuencia de hechos de violencia delictiva que se registra, generan mucha inquietud en medios informativos, dijo en México Manuel A. Quiroz, vicepresidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).

Al exponer ante la asamblea de la SIP, citó que el comentarista de televisión Domingo Disla Florentino, quien también se desempeñaba como abogado, fue muerto a tiros cuando regresaba a un negocio de su propiedad el 28 de agosto pasado al municipio de Boca Chica.   Más recientemente, agregó, el 25 de septiembre pasado, el periodista y comerciante Facundo Lavatta Ramírez fue asesinado por desconocidos mientras jugaba dominó frente a un comercio de comestibles en Los Alcarrizos. Resaltó que Lavaatta Ramírez tenía un largo historial de servicio en el periodismo radial.

En ambos casos señalados, aclaró, no hay evidencia concluyente de que sus muertes estén relacionadas directamente con el trabajo periodístico.

Quiroz, director del diario El Caribe, recordó que desde el último informe presentado en la reunión de medio año en Quito, Ecuador, el panorama general de la libertad de prensa en la República ha comenzado a presentar algunos signos preocupantes por crímenes, abusos, atropellos y actos de intolerancia e incomprensión sobre el papel de los periodistas y de los medios de comunicación independientes.  Puso como ejemplo que a principios de agosto reciente, en la provincia de Dajabón, personas no identificadas rociaron gasolina y lanzaron un artefacto explosivo al vehículo del periodista César Montesinos, que estaba estacionado frente a su residencia, en un hecho, dijo, interpretado como intimidatorio por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa. También expuso que en agosto pasado se registro otro hecho preocupante para el libre ejercicio periodístico cuando el fotoreportero Orlando Ramos, que labora para el diario Clave Digital y el semanario Clave, fue golpeado por agentes armados y luego detenido, en momentos en que se disponía a tomar fotografías a la Primera Dama dominicana, Margarita Cedeño de Fernández, al término de un concierto en el Teatro Nacional.

«Se trató de un inadmisible acto de interferencia a una legítima labor propia de la prensa para poder informar con amplitud y sin ningún tipo de limitaciones o censuras», expresó Quiroz.  Señaló que todo eso se inscribe dentro de una ola de amenazas contra comunicadores, las cuales detalla en un documento que depositó en secretaría de la SIP para complementar ese informe, conjuntamente con un relato del incidente que me presentó el fotoperiodista Orlando Ramos.

En tanto, consideró que otra tendencia abusiva y violatoria de los derechos de los periodistas quedó de manifiesto cuando el periodista Adonis Santiago Díaz, de Diario Libre, fue sometido a un interrogatorio en la Dirección Nacional de Drogas con relación a una información publicada sobre el lanzamiento de droga en el embalse de una represa.