El vicerrector del Seminario Pontificio Santo Tomás de Aquino, presbítero Mario de la Cruz Campusano, afirmó que el significado de la Semana Santa está trastocado por la ruptura familiar, la inestabilidad social y personal; el flagelo de la droga, la desorganización, el libertinaje y las políticas fallidas.
Además, el vicario episcopal de educación de la Arquidiócesis de Santo Domingo consideró preocupante la presentación de los antivalores, por la exageración del secularismo, los matrimonios gays, el gran desorden en la sociedad y la eutanasia.
El religioso exhortó a aquellos que no pudieron prepararse en la conversión durante los 40 días de la cuaresma, a “abrir su corazón al señor, ahora, durante la Semana Santa”.
¿A qué estamos llamados en Semana Santa? El teólogo, formador de sacerdotes, afirmó que este es un tiempo de reflexión, profundización, introducción en el gran misterio del Señor Jesús, de su pasión, muerte y resurrección. “Es esta la semana donde se conmemoran los grandes misterios cristianos. Esta es la semana más importante para la fe católica”.
De la Cruz Campusano, doctor en teología y escritor de la obra la “Familia en la Reflexión del Celam”, 2012, urge prepararse, “lo que se debe empezar cada año con los 40 días de preparación que agenda la iglesia, para poder estar hábiles para celebrar con alegría”.
Pide profundidad y devoción, sobre todo, en los tres días del triduo pascual, que comienza el Jueves Santo, con la celebración de la “Santa Cena del Señor”, sigue “el Viernes Santo”, que commemora la muerte de Jesucristo y el “Sábado Santo”, para la Vigilia Pascual, en honor a la gloriosa resurrección del Señor.
Analiza que durante el Jueves Santo también se instituye el sacerdocio ministerial, la eucaristía y el mandamiento del amor y del servicio, con la acción del lavatorio de los pies.
Reiteró que la palabra clave de la preparación en los 40 días antes de la Semana Santa es la “conversión”, viviendo los elementos del camino que recuerdan los 40 días y 40 noches que paso Jesucristo de preparación, y los 40 días del pueblo de Israel en su paso por el desierto, para liberarse de los egiptos.
El salesiano resaltó la importancia del Domingo de Ramos, que recuerda la entrada triunfal de Jesucristo a Jerusalén, y que se debe aprovechar como la esperanza y la vida.
Deplorable. El presbítero de la Cruz Campusano indica que los males del país lo aportan la delincuencia, la corrupción y toca el engaño, las amenazas de guerra; el aborto y otras cosas que están solapadas.
Ve la solución a estos males en vivir la muerte con Jesús este Viernes Santo, lo que a su juicio, supone la muerte de los antivalores que tiene gran parte de la sociedad y el mundo, sumados al individualismo y el egoísmo. “El secularismo trae todo ese tipo de cosas. Estamos agarrados del Señor y viviendo nuestra fe”, indicó en entrevista concedida a HOY.
Llamado. El vicerrector y autor del libro “El matrimonio y la familia, fundamento bíblico, teológicos y pastorales”, pide reflexionen en el Señor y en la búsqueda de lo que es realmente importante.
Invita a sacarse el deseo de solo pasarla bien sin adentrarnos en sí mismo. “Se ha perdido ese sentido de humanismo, de sensibilidad por los demás”.