Al demandar la pena máxima para sus agresores, las personas que han sido afectadas con el químico “plomerito o ácido del diablo”, dijeron ser rechazadas al momento de solicitar empleos, debido a sus condiciones físicas.
María Isabel Tabares Villa, una de las víctimas dijo que las veces que ha ido a solicitar una vacante disponible en alguna empresa, los encargados la miran como “una extraterrestre o un monstruo”, por lo que pide que se cree una fundación que permita general empleos para los afectados.
“Yo no trabajo, aquí no dan trabajo por mi figura, por mis quemaduras. Nosotras necesitamos un apoyo moral, aquí deben de hacer una fundación, donde nosotras podamos tener voz”, manifestó Villas durante una manifestación en las afuera del Congreso Nacional.
Asimismo, a ella se le unió el clamor de la madre de Yocairi Amarante Rodríguez, a quien su expareja pagó a dos personas la suma de 3,500 pesos, para que le rosearan el ácido del diablo.
“Porque mi hija está allí en intensivo todavía, y todavía no ve. El miedo que ella tiene es no poder ver a su hija crecer, por lo queremos justicias, que no sean ni 5 ni 30, queremos 100 años para estos criminales”, sostuvo la señora en medio del llanto y el dolor.
En la manifestación también estuvo presente Esther Jiménez, cuyo victimario nunca fue apresado. Pero, sin embargo, más que la identificación y detención, exige la pena máxima de 30 años para quienes arrojen u ordenen arrojar “ácido del diablo” sobre otras personas.