Víctimas identifican torturadores en Chile

Víctimas identifican torturadores en Chile

SANTIAGO (AFP).- Víctimas de la dictadura del general Augusto Pinochet elaboraron su propio informe sobre torturas, pero a diferencia de un reporte oficial, identificaron con nombre y apellido a los agentes del régimen que, según su versión, aplicaron los tormentos.

   El documento, llamado «Nosotros los sobrevivientes acusamos», revela la identidad de 1.963 torturadores, entre agentes militares, civiles y colaboradores de la dictadura que por 17 años encabezó el general Pinochet, entre septiembre de 1973 y marzo de 1990.

   El general Pinochet, junto a los cuatro integrantes de la junta militar que tomaron el poder el 11 de septiembre de 1973, son sindicados como los principales responsables de la aplicación institucional de las torturas.

   «Este informe ha sido cuidadosamente preparado. No están todos los nombres, pero es un aporte importante para la búsqueda de verdad y justicia», dijo Liliana Masón, representante de la Coordinadora de ex Presos Políticos de Chile, que elaboró el documento.

   «Aquí hay civiles y militares, cómplices y colaboradores de la dictadura. Todos perfectamente identificados», agregó Masón, al presentar el informe a la prensa.

   El documento fue revelado una semana después de que el presidente Ricardo Lagos hiciera público un informe oficial «Sobre prisión política y tortura», sobre la base de más de 35.000 testimonios.

   El reporte, que por más de un año elaboró una comisión de personalidades bajo la presidencia del obispo católico Sergio Valech, omitió sin embargo los nombres de los torturadores, cuyas identidades serán reveladas sólo en los próximos 50 años.

   En contraste, el documento entregado por los ex presos políticos identificó a los agentes de la dictadura y sus colaboradores, junto a los cargos que ocuparon en el régimen militar.

   La mayoría fueron agentes civiles que prestaron servicios a la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), la policía secreta del régimen, y la CNI, la Central Nacional de Inteligencia, que la reemplazó como cuerpo represivo a partir de 1978.

   En las Fuerzas Armadas, los torturadores integraron principalmente las filas del Ejército y la policía militarizada de Carabineros.

   Del total de victimarios, el informe identifica la participación de 250 mujeres. 

   La identidad de los torturadores fue acompañada además del crudo relato de las víctimas, sin ocultar detalles de los escabrosos métodos utilizados para las torturas, como la aplicación de electricidad, violaciones a mujeres y hombres y severas golpizas.

   Los victimarios fueron agrupados entre autores intelectuales, ejecutores y colaboradores civiles, incluidos periodistas, abogados y médicos.

   Los periodistas son acusados de contribuir a ocultar las políticas de Estado y a «exacerbar» los odios contra los opositores a la dictadura, con titulares como «Exterminan como ratas a miristas», publicado en el vespertino La Segunda el 24 de julio de 1975.

   El informe además entrega un listado de médicos y abogados que colaboraron con los militares y acusa a la Corte Suprema de ser «el principal cómplice» de las violaciones a los derechos humanos cometidas en la dictadura.

   Los jueces, según el estudio, realizaron la «vista gorda» frente a los 10.000 recursos de amparo o «habeas corpus» que presentaron los familiares de las víctimas, cientos de las cuales hoy integran las listas de más de un millar de desaparecidos.

   Los ex presos políticos entregaron su estudio el mismo día en que la Corte de Apelaciones de Santiago designó al juez Joaquín Billard, para que investigue con plenos poderes la primera querella contra Pinochet tras la difusión del informe oficial sobre las torturas que aplicó su régimen.

   La querella, que también apunta al ex ministro del Interior de la dictadura militar, Sergio Fernández, fue presentada el viernes por una veintena de ex prisioneros.

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