Víctor Gulías – Retos del 2004

Víctor Gulías – Retos del 2004

El año 2004 que se inicia tiene una fuerte carga de expectativas, por dos razones fundamentales: la celebración de elecciones presidenciales y el curso que pueda tomar la situación de la economía nacional. Ciertamente, existe incertidumbre de cara al naciente año, pero tenemos que apelar al optimismo, como forma de luchar por un futuro inmediato mejor.

La crisis económica que ha vivido el país, la inflación y la devaluación que ha sumido en la miseria a amplios sectores nacionales, la merma en los niveles de vida, un dólar por las nubes, el excesivo endeudamiento, externo e interno, y el gasto corriente, no permiten mucho aliento en el 2004, además de que se preveen nuevas cargas impositivas.

Por otra parte, los problemas de la Junta Central Electoral (JCE) y las demandas de amplios sectores para que se efectúen elecciones claras, limpias, transparentes y diáfanas, constituye el otro gran reto del 2004 para el país. El mundo estará atento al curso de los comicios, pues se exigen resultados confiables.

El presupuesto nacional del año entrante estará presionado por el pago de las deudas, por la devaluación y por el indudable elemento proselitista. El pueblo, de otro lado, requiere un respiro pues el año 2003 fue el peor, en inflación y deterioro de las condiciones de vida, donde prácticamente todos los sectores del país han padecido los efectos de la crisis.

Organizar unos comicios que no dejen lugar a dudas, sin ceritos ni palitos, es el reto primordial de los dominicanos en el año que inicia, en el aspecto político, institucional y social. En el plano económico, reducir los niveles de inflación, bajar la prima del dólar, estabilizar la energía eléctrica y darle un respiro a los sectores productivos, son los mayores retos.

En el aspecto social, continuar el combate a las drogas, como lo viene haciendo la DNCD; Bajar los niveles de violencia intrafamiliar, mejorar la educación y la salud del pueblo, son reclamos permanentes, renovados en este nuevo año.

Preservar la foresta, ahora que con la escasez y carestía del gas se ha renovado la tala para hacer carbón; frenar la invasión pacífica de haitianos ilegales hacia nuestro territorio y buscar la concordia nacional, son elevados retos que todos unidos debemos encarar en el 2004.

Escuchar la voz de la Iglesia, bajar el nivel de la confrontación política, a pesar de ser el nuevo un año electoral; elevar el nivel de los debates plantear soluciones viables y factibles a la crisis que nos afecta, son sin duda retos que los sectores nacionales deben asumir, para mejorar la convivencia y darle respiro a este pueblo.

Es nuestro mejor deseo que el 2004 vea unas elecciones libres y limpias, la mejora de la situación económica del pueblo, que cese la violencia, disminuya la criminalidad, se creen empleos y nos unamos todos, teniendo por encima de todo a Dios, y a la patria, e implorando la protección de Nuestra Señora de La Altagracia.

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