Víctor Martínez, ejemplo de perseverancia

Víctor Martínez, ejemplo de perseverancia

Este humilde líder comunitario dominicano, nacido y criado en el barrio de Villa Consuelo, con residencia en los Estados Unidos, en el condado de Rhodes Island, viene reclamando durante 61 años a los gobernantes de turno su intervención para dar con el paradero de los restos de su padre y dos hermanos asesinados el 5 de junio de 1961 por Ranfis Trujillo.

Desde ese infausto día Martínez no ha descansado en la búsqueda de los restos y sepulcros de sus familiares sin encontrar respuestas de los gobiernos e instituciones destinadas a esclarecer crímenes como este.

Como doliente viene sufriendo a lo largo de esos años la indiferencia e indolencia de quienes están en la obligación de responder y/o atender crímenes de Estado como este, en los que perdieron la vida tres soldados dominicanos pertenecientes al Ejército Nacional.

Martínez, cuando se enteró del triple asesinato de su padre, teniente José Manuel Núñez y de sus hermanos, los sargentos Wenceslao Taveras (Martín) y Jorge Taveras, era apenas un adolescente quien desde ese infausto acontecimiento inició la búsqueda que lo condujera al hallazgo de sus familiares.

La Venda Transparente

En medio de esta terrible pesadilla, el 20 de febrero del 2014 vio en la revista ‘’La Venda Transparente’’, del profesional de la fotografía Raifi Genao, las imágenes de tres cadáveres, desnudos, al lado uno del otro arrojados a la playa por las aguas del mar Caribe.

Ansioso por conocer que los cadáveres publicados en la referida revista se correspondían con los de sus familiares, inició un experticio, llegando a la conclusión en un 99% que eran los de su padre y hermanos.

Desesperado por conocer dónde, cuándo y cómo el fotógrafo había localizado la dantesca imagen, se comunicó con él y este, según Martínez, de manera displicente escuchó su lamento sin ofrecerle una respuesta satisfactoria a sus interrogantes.

La conversación finalizó con la promesa de que en otra llamada telefónica él podía darle respuestas a inquisidoras preguntas. Momento que jamás se produjo porque Genao nunca jamás le respondió sus insistentes llamadas.

Opiniones de personas vinculantes a Genao revelan que este localizó la imagen en el archivo fotográfico del Palacio Nacional, cuando era fotógrafo al servicio de la Presidencia durante el Gobierno de don Antonio Guzmán.

Ante la poca colaboración encontrada en Genao, Martínez no ha dejado de perseverar en conocer el lugar donde aparecieron los cadáveres insepultos arrojados por las aguas del mar Caribe según se observa en la foto.

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Como un Quijote

Como un Quijote cabalgando en su Rocinante en busca de encontrar la verdad sobre el destino de los restos de sus familiares, Martínez no ha cesado en expresar, por los cuatro vientos, el trauma que le ha acompañado durante 63 años.

En su viacrucis vuelve a apelar a su perseverancia, clamándole al presidente Luis Abinader que designe una comisión de las Fuerzas Armadas y el Ministerio de Cultura para que por primera vez se inicie una investigación que revele el destino final de los restos de sus familiares. Tan confiado está de que llegará el día en que se producirá el hallazgo esperado, que ya tiene construido un panteón en el cementerio Cristo Salvador con tres lápidas con los nombres de su idolatrado padre y hermanos.

Se recuerda que los tres militares pertenecían a la escolta del general Pupo Román, jefe del Ejército Nacional, en el momento que se produjo el magnicidio del sátrapa. Y como este fue parte de los conjurados fue detenido por los cuerpos de seguridad del régimen y sometido a crueles torturas que concluyeron con su muerte. El mismo día que fueron fusilados los familiares de Víctor Martínez por ser de la escolta del yerno de Trujillo, 5 de junio de 1961.

El crimen no prescribe

Como el crimen no prescribe, Martínez no ha cesado en reclamar la colaboración del Gobierno dominicano y sus organismos correspondientes en el esclarecimiento de este triple asesinato. Su perseverancia lo ha motivado a la publicación de un libro intitulado: ‘’Víctor Martínez Panteón Abierto’’.

Martínez reside en Rhode Island, Estados Unidos, país al cual emigró luego de participar en la guerra de abril de 1965 y desde donde ha logrado desarrollar un ferviente liderazgo entre la comunidad dominicana de esa ciudad.

Asimismo, su trabajo comunitario se conoce en el barrio de Villa Consuelo, donde fundó la escuela profesora Mariana Matas, en la que se imparte docencia gratuita a niños (as) del primer nivel educativo. En reconocimiento a su perseverante lucha en defensa de la memoria histórica, la Fundación Amaury Germán Aristy develó recientemente un banco en el Parque Memorial Los Palmeros con los nombres de sus familiares asesinados y desaparecidos.

Cuando en el país se establezca el Premio a la Perseverancia, no hay dudas que Víctor Martínez será el primer nominado.