Victoriano Damián Sosa falla en ser campeón mundial

Victoriano Damián Sosa falla en ser campeón mundial

POR CARLOS NINA GóMEZ
Victoriano Damián Sosa, boxeador dominicano y cibaeño de pura cepa es, todavía, firme aspirante a ser campeón del mundo.  Tras dos intentos fallidos por la conquista de un cinturón mundial, este joven gladiador mantiene la esperanza de unirse al selecto grupo de sus compatriotas ganadores de coronas mundiales.

En Michael Acri, el conocido promotor estadounidense, es donde descansa el futuro de Damián Sosa para volver a contender por un título mundial, y quien también cree que “a las tres es la vencida”.

Por cierto, recuerdan observadores del boxeo, que Acri fue durante varios años el promotor del legendario boxeador panameño Roberto “Mano de Piedra” Durán, ex-campeón mundial de los pesos ligero, welter, mediano junior y mediano.

Este empresario boxístico estadounidense no sólo ha sido un negociador de los combates en los que ha combatido Damián Sosa por coronas mundiales, sino que es “un enlace especial” para las peleas que el criollo realiza en Estados Unidos, aunque no sean por cinturones mundalistas.

Para algunos periodistas locales especializados en boxeo este todavía joven púgil santiagués nacido el 17 de abril de 1974 -es decir, apenas cumplió 30 años-, tiene posibilidades de  adueñarse -por fin- de un campeonato del mundo.

Su mentor principal, el empresario santiagués Pedro Guzmán, ha trabajado con Damián Sosa, según analistas, no sobre la base de un atleta que tiene las suficientes condiciones para alcanzar la cima, sino “en función de la ganancia inmediata de dinero”. 

SUS INICIOS

Damián Sosa, cuyo nombre completo es Saturnino Santiago Damián Sosa, bautizado en su barrio como “Santico”, comenzó su labor profesional el 30 de enero de 1995. Su primer pleito lo protagonizó con Alexis Ureña, a quien noqueó en tres asaltos.

Los combates siguientes también fueron victorias, peleando en las 130, 129 y 132 libras; es decir, rondando la división de los pesos ligeros juniors.  En 1995 volvió a combatir con Ureña y la historia fue la misma: un nocaut en el tercer asalto.

Uno de los rivales que más problemas le ocasionó a Damián Sosa fue su paisano Antonio “Caña Seca” Ramírez a quien enfrentó en dos ocasiones.

En el primer combate por la corona del peso ligero junior (130 libras) y avalada por la Federación Centroamericana y del Caribe de Boxeo (FECARBOX), resultó empate. Caña Seca Ramírez y Damián Sosa batallaron durante 12 violentos asaltos.

El 23 de septiembre de 1996, teniendo como escenario el Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto, Damián Sosa y Caña Seca Ramírez volvieron a cruzar guantes por el mismo título.

Caña Seca Ramírez, un boxeador fogoso, lleno de juventud y con un pegada potente, sorprendió al cibaeño con un gancho a la mandíbula y lo noqueó en el segundo asalto.

Aquella amarga derrrota, la primera en su expediente profesional, le sirvió de experiencia asimilada. A partir de ese momento negativo, los años siguientes fueron de éxitos para Damián Sosa, aunque no pudo enfrentar de nuevo a su castigador, Caña Seca Ramírez.

Las victorias de Damián Sosa, tras su fracaso ante Caña Seca Ramírez le llegaron a borbotones, mientras que la fanaticada dominicana, especialmente la que habita los pueblos del Cibao, manifestaba su alegría porque ya comenzaba a ver en Damián Sosa a un futuro campeón del mundo.

INTENTOS FALLIDOS

Damián Sosa, siempre disciplinado, entregado al gimnasio, obediente a sus entrenadores y ya fogueado -tras completar un expediente profesional de más de 20 combates-, se lanzó a la búsqueda de la corona mundial del peso ligero.

Gracias a los cotactos de negocios que consiguió su apoderado, Pedro Guzmán, fue a un combate titular.

Michael Acri fue ese contacto. Logró llevar al quisqueyano a la pelea titular con el estadounidense Paul Spadafora.

Spadafora, de guardia zurda y nativo de New Jersey, no vaciló en aceptar poner en juego su cinturón de las 135 libras, avaladoa por la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).

La reyerta fue bien reñida, y tan equilibrada que periodistas locales llegaron a decir que “el quisqueyano ganó y que los jueces cometieron una injusticia”. De todas maneras, el estadounidense se llevó el triunfo, aunque con dificultad, en 12 asaltos y retuvo el fajín amebeísta.

Tras poco más de año y medio de su fracaso ante Spadafora, Damián Sosa -nuevamente por diligencias de Acri- fue a una segunda oportunidad.

Esta vez, el combate por la corona mundial ligero fue frente al estelar púgil negro estadounidense Floyd Mayweather. De antemano, según los expertos, se sabía que el proyecto para la captura del título de las 135 libras del criollo tenía visos quiméricos.

Sin embargo, aunque Mayweather salió victorioso por decisión unánime, su victoria no fue tan fácil como esperaba, pues había vaticinado un triunfo por nocaut.

Aunque Sosa volvió a perder, en esta ocasión su labor en el cuadrilátero tuvo más comentarios positivos. Y es que había enfrentado a un rival de alta estelaridad, considerado por los expertos como uno de los mejores púgiles del boxeo moderno.

Tras caer dos veces en persecución de coronas mundiales, el gladiador cibaeño, por intermedio de su apoderado Pedro Guzmán fue a Puerto Rico, pactó una pelea con el joven boricua Miguel Cotto, pero cayó por nocaut.

Llegar a un acuerdo para combatir con Cotto -en opinión de especialistas- fue un “grave error” porque, afirman, además de que no buscaba nada -sólo dinero, y no mucho-, se arriesgaba a ser humillado.

Así ocurrió: el futuro campeón mundial del peso welter junior, que peleó conel dominicano en su peso natural de las 140 libras, necesitó menos de 15 minutos para derrotar por nocaut a Damián Sosa.

No obstante, Damián Sosa, quien presenta un registro, semioficial de 37-4-1, no es descartable para llegar a la cima en el boxeo de paga.

Se dice que quizás este mismo año que recién comienza volverá a tener una nueva oportunidad y que podrá hacer suya -en positivo-  la frase de que “a la tercera va la vencida”.

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