Vida de María Totuma II

Vida de María Totuma II

En el año 2012 sufrí una operación quirúrgica para reducir una hernia inguinal.  Al ser dado de alta por el cirujano, me dirigí a la ventanilla administrativa a recoger las cuentas de la clínica.  Fue entonces cuando conocí a María Totuma, una empleada de la empresa a quien un médico de planta le había librado de un quiste enorme que tenía en la frente.  Me dijo que debía pagar separadamente las cuentas de hospitalización y las de ayudantes de cirugía y anestesiólogos.  Y así lo hice: las primeras con tarjeta de crédito; las demás, mediante cheques.  Ella creyó que yo miraba atentamente la cicatriz de su cara, y enseguida explicó: de ahí viene mi nombre, María Totuma.

Sobre el escritorio, delante de la reja de la ventanilla de la cajera, había un listón con su nombre, el cual me mostró al mismo tiempo que declaraba: vuelva más tarde para entregarle toda la documentación y devolverle sus análisis clínicos.  Me contó, poco después, que su marido la había abandonado tan pronto supo que el quiste ya había sido operado con éxito.  “Mientras estuve fea fue mi marido; desde que dejé de ser repulsiva, le entraron unos celos de loco.  Yo intentaba taparme la totuma con el pelo; pero era demasiado grande; ahora puedo peinarme como me dé la gana”.

“El médico que me operó, ya murió; salí bella del quirófano y gracias a él tengo este empleo.  Todo lo hizo por caridad; nunca me dijo ni siquiera un piropo.  Mi marido no lo podía ver; le parecía que estaba interesado en mí y que por eso me había sacado el quiste”.  En el año 2013 escribí esta curiosa historia, que conocí por puro accidente.  También supe que María había tenido un hijo con un militante político revolucionario.

La recuerdo porque aquel día me dijo, con fuerte convicción: “no le tenga miedo a la muerte; la vida es terca y siempre se sale con la suya.  Morirse es una empresa complicada cuando Dios no lo ha dispuesto; a veces los suicidas no consiguen matarse”.  Y añadió, con una risotada: “la muerte es lo último que nos ocurre”.  Yo acababa de librarme de una totuma en el vientre.

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