Vida y secretos de los ríos

Vida y secretos de los ríos

La ciencia que estudia las formas y variaciones de los ríos se denomina Geomorfología Fluvial. A veces pensamos que los ríos están ahí y ahí quedarán siempre en el mismo cauce y con el mismo caudal, no importa lo que hagamos, sin embargo, tienen sus secretos para mantenerse saludables.

Los movimientos de la corteza terrestre levantan algunas áreas y hunden otras, así nacen las montañas, quebradas, llanos y bajíos. La lluvia y la nieve no están de espaldas a esas formas, contribuyen a esculpirlas; en Estes Park, Colorado, oí las inmensas fuerzas de glaciares en movimiento, producen escalofriante estruendo al moverse unos centímetros, dejando grandes desgarros en laderas y quebradas.

Generalmente los ríos nacen en las montañas, nutriéndose de las lluvias cuyas aguas fluyen entre la espesa vegetación, si la hay; si no existe, arrastran sedimentos que llegan hasta los cauces donde se mueven con el agua. Viví una inolvidable y triste experiencia en el río Ñacundal, Paraguay; cuando lo navegué por primera vez era tan cristalino que veía los peces, a medida que desmontaban grandes árboles se oscurecía hasta tomar el color del chocolate espeso la última vez que lo observé. Con el paso del tiempo los ríos establecen un delicado equilibrio entre los sedimentos, el caudal y su morfología; la variación de cualesquiera de los tres lo modifica.

Los cursos de agua tienen tres tramos, el primero es el más alto y pendiente, en él encontramos las aguas blancas, es decir, aguas con mucho aire (oxígeno), fluyen a gran velocidad; el segundo tiene una pendiente intermedia, las aguas van reduciendo su velocidad, por tanto, el cauce ancha; finalmente, el tramo inferior, es el más ancho y profundo. Cuando las aguas se encuentran con el mar u océano nacen los estuarios y deltas que son extremadamente importantes; multitud de especies hacen vida en él y compiten desventajosamente con las actividades comerciales.

Hace años el profesor Stanley Schumm midió exhaustivamente numerosos ríos en los EE.UU., logrando relaciones para predecir cómo respondían si se extraía agua o sedimentos o por el contrario les agregaba. Estas relaciones eran totalmente empíricas pero válidas, anunciaban las variaciones con certeza.

Hans Albert Einstein, el único hijo que sobrevivió al gran Albert Einstein, desarrolló un método para calcular el transporte de sedimentos de un río, lo fundamentó en bases científicas. Ambos fueron mis profesores; así que para mi disertación doctoral (Ph.D.) propuse obtener las relaciones Schumm con el método Einstein haciendo variaciones matemáticas necesarias. Afortunadamente, lo logré, proporcionándole a las empíricas de Schumm el respaldo científico que les faltaba; pocos meses después en un homenaje al profesor H. A. Einstein, mi disertación fue publicada en un libro que contenía trabajos escogidos de entre sus muchos alumnos. Mi disertación incluye otra parte sobre la socavación en ríos aluviales al paso de una tormenta que también fue publicada en otro libro.

La metamorfosis de los ríos que señalan las relaciones Schumm-Santos como respuesta a interferencias, son variadas e incluyen: migración de meandros, estrechamiento del cauce o viceversa, traslación del curso de agua, etc. Puesto que cambian, los ríos no son buenas fronteras o linderos, si se usan, deben estar acompañados por levantamientos geodésicos que marquen su cauce para mostrar sus movimientos.

Los estuarios mezclan el agua salada con la dulce en un proceso turbulento que produce agua salobre con distintas salinidades a lo largo del cauce, esta variación es fundamental para la cría de algunas especies como el camarón. La masa salobre fluye más profunda que la dulce y puede internarse muchos kilómetros aguas arriba, matando especies, dañando la vegetación y el agua subterránea. La superposición del agua dulce sobre la salobre engaña al lego que ve el Ozama, Higuamo, etc., con 6 a 10 metros de profundidad y piensa que esa es su profundidad natural dulce cuando es salobre, con apenas una fina película de dulce superficial que pronto desaparece. La profundidad fue provista por el dragado que, al mismo tiempo, aumenta la penetración salobre.

Publicaciones Relacionadas