Puerto Príncipe. Más de 500 muertos y 2.000 millones de dólares de daños: el saldo del pasaje del huracán Matthew en Haití ha sido enorme y, un año después, las consecuencias de esos dos días de desastre siguen afectando al país.
De categoría 4 en una escala de 5, Matthew fue el huracán más fuerte que abatió Haití en una década. Pero la magnitud de las pérdidas en vidas humanas y destrucción no ha cambiado mayormente la gestión nacional de los riesgos naturales.
Como todos los municipios costeros del departamento del Sur, Roche-à-Bateaux fue arrasada por las inundaciones. Desde entonces el alcalde lamenta la inacción para reducir la vulnerabilidad de la ciudad.
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“Se han hecho estudios para definir los trabajos que deben realizarse para limpiar los lechos de los ríos, pero luego no se ha hecho nada”, lamenta Frisnel Chery. “Actualmente una simple lluvia basta para inundar la ruta nacional que atraviesa la ciudad. (…) Si un huracán como Matthew pasara mañana, la situación será más grave”, se alarma el alcalde.
“El problema es que las 18 comunas del departamento enfrentan las mismas necesidades: los esfuerzos del Estado se concentran primero en las capitales departamentales, no en los pequeños municipios como Roche-à-Bateaux”, lamenta.