Carlos Campusano, el vigilante privado que el pasado martes en la tarde mató a tres personas en Bonao, municipio de la provincia Monseñor Nouel, reveló este miércoles que tenía intenciones de quitarle la vida a una cuarta persona pero no pudo.
«La que yo quería matar de verdad, se salvó», dijo Campusano, que permanece en la Policlínica de Bonao (Polibon), mientras conversaba con una persona sobre otra mujer de la que no ofreció su identidad.
El vigilante, a quien hasta ahora se le adjudica la muerte de su esposa, una presunta amante y un seguridad de un residencial, no muestra signos de arrepentimiento por lo sucedido.
Hasta el momento, no se sabe las razones que movieron a Campusano a cometer el hecho. «Yo me voy tranquilo, déjame tranquilo. Yo te conocí, ya», aseguró.
Las víctimas mortales son María Juana Ortiz Portorreal, de 41 años; María Mordan García, de 52 (esposa del agresor), y Basilio Lebrón Pinales, de 48, seguridad del residencial.
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Previo a ser detenido, el individuo también hirió de bala en el hombro izquierdo a su hijo Víctor Alfonso García, de 34 años y por herida de arma blanca al señor Wandy Tomas Bonifacio Ramírez, de 42, propietario de la residencia donde laboraba su esposa Mordan García.
La Policía dijo que el detenido primero se presentó al sector Los Solares de Villa Liberación y atacó a tiros a la señora Ortiz Portorreal, por circunstancias bajo investigación.
Luego se trasladó al apartamento 2A, edificio 20 del Residencial CHAMAL ll, sector La Salvía de los Quemado, donde laboraba su esposa Mordan García, a la cual también le propinó varias heridas de bala, provocándole le muerte. Allí también ocasionó la muerte por heridas de bala del vigilante Lebrón Pinales.
También causó herida de arma blanca al señor Bonifacio Ramírez, empleador de su esposa. En este escenario, además, disparó contra su hijo Alfonso García.