Ohio .— Tiene tres hijos, 16 nietos, 12 bisnietos y tres tataranietos. Hace poco la operaron para retirarle un tumor maligno y, según los médicos, se está recuperando bien.
Se trata de Colo, la gorila con más edad en Estados Unidos, y quien el jueves cumple 60 años en el zoológico de Columbus, Ohio.
Colo fue el primer gorila del mundo que nació un zoo y ya superó por dos décadas la expectativa de vida de los gorilas que viven en cautiverio. Su longevidad está poniendo los reflectores en el cuidado médico, nutrición y modernas técnicas terapéuticas que están ayudando a que los animales vivan más.
«Colo representa los avances que los zoológicos han hecho desde que ella nació en Columbus», dijo el doctor Tom Meehan, vicepresidente de servicios veterinarios en el Brookfield Zoo de Chicago y asesor veterinario en un plan nacional de supervivencia de especies gorilas.
Los cambios también implican que más animales sufren los mismos achaques que surgen por envejecer, como enfermedades cardiacas y renales, artritis, problemas dentales o cáncer.
Colo es uno de varios gorilas ancianos en Estados Unidos. El macho de mayor edad que se conoce es Ozzie, de 55 años, quien vive en el Atlanta Zoo, donde hay un centro geriátrico para gorilas.
En el Woodland Park Zoo de Seattle, el personal usa acupuntura, masaje, terapia con láser y suplementos para el dolor articular para atender a Emma, una coneja de 13 años.
En el National Zoo en Washington, el elefante Shanthi de 42 años recibe terapia para la osteoartritis.
En Oakland, California, la jirafa Tiki de 27 años, una de las de mayor edad en el país, le dan masajes, acupuntura y quiropráctica, además de la medicina veterinaria tradicional.
Gao Gao, el panda de 26 años que vive en el San Diego Zoo, tiene una afección cardiaca y periódicamente le realizan ultrasonidos del corazón.
«Mucho de lo que uno puede imaginar que le pasa a una persona anciana es lo que le va a pasar eventualmente a cualquier animal», dice el doctor Keith Hinshaw, director de salud animal en el Philadelphia Zoo.
«La geriatría probablemente sea uno de los desafíos médicos comunes que enfrentamos en una situación de zoológico», agregó.
Eso incluye medicamentos: JJ, un orangután de 45 años en el Toledo Zoo, de Ohio, toma carvedilol y Lisinopril para el corazón, además de Metamucil y otros medicamentos para el dolor y las articulaciones.
Otros animales que han superado marcas por su longevidad viviendo en cautiverio en Estados Unidos son:
El oso polar Coldilocks de 36 años vive en el Philadelphia Zoo. En promedio, un oso en cautiverio vive 23 años.
En el zoológico de San Francisco vive Elly, una rinoceronta de 46 años, la más longeva de su especie en Norteamérica. Ha tenido 14 hijos, que a su vez le han dado 15 nietos, seis bisnietos y un tataranieto.