Llena de temor y con las cicatrices en sus manos, la señora Rafaela Guerrero de Arias narra el terrible momento que vivió la mañana del pasado jueves cuando cuatro individuos penetraron en su residencia y a punto de pistola amordazaron a todos sus parientes para despojarlos de sus pertenencias.

Guerrero de Arias dijo que la muchacha del servicio le había subido café y que cuando venia bajando se encontró con la situación y que luego la encañonaron a ella.

“Me encañonaron con una pistola, me amarraron, aquí tengo todavía las cicatrices”, declaró.

Según cuenta Rafaela, los asaltantes duraron más de 15 minutos dentro de la vivienda, de donde se llevaron una gran cantidad de dinero y objetos de valor.

Los delincuentes penetraron a la vivienda por la puerta principal cuando un empleado se disponía a sacar la basura.