NUEVA YORK.- El experto en asuntos de vivienda y presidente del “Centro Cultural Hermanas Mirabal” en esta ciudad, Luis Tejada, llamó a los movimientos progresistas, activistas y organizaciones comunitarias a que se integren a la actual lucha a favor de los inquilinos, ya que el próximo día 15 los legisladores en Albany se proponen conocer modificaciones a ley de vivienda.
“La situación en este momento es grave para los miles que vivimos de renta asequible, porque a esta altura de juego no se ha aprobado una modificación o extensión”, dijo.
Añadió que “estamos contando con que los demócratas que son mayoría absoluta en ambas cámaras, que mejorarían sustancialmente la ley de vivienda para evitar los desalojos ilegales, desplazamientos y la pérdida de vivienda asequible en la masa trabajadora”.
“Pero de las nueve modificaciones que están pendientes, fundamentales para evitar los desalojos arbitrarios, solamente tres quieren pasar nuestros legisladores demócratas, quienes mantienen un silencio absoluto, no han discutido de manera formal el problema”, advirtió.
Explicó que eso significa que los caseros han estado movilizando los recursos económicos para taparles la boca y comprar el silencio de la mayoría de ellos.
“Pensábamos que las cosas iban a cambiar, parece que no”, indicó Tejada.
Señaló que no se ha planteado públicamente una posición clara de dichas modificaciones en Albany, han dejado de lado el problema, para que el tiempo pase y ellos no asumir compromisos contra los caseros.
“Las modificaciones que ellos quieren hacer ahora ni siquiera se acercan a las peticiones que estamos haciendo los movimientos por preservar la vivienda”, indicó.
Dijo que si no sucede nada antes del 15 de este mes, “la traición será de la propia maquinaria demócrata en contra de los inquilinos.
“Hay que estar claros, este es el momento fundamental para preservar la vivienda, y de no suceder esto las comunidades estaremos en riesgo de seguir siendo desplazadas como está sucediendo en NY”, agregó.
Tejada exhortó a votantes que deben llamar, presentarse a las oficinas de sus oficiales electos para presionarlos y expresarles sus quejas, porque no se justifica que se tenga que hacer una desobediencia civil frente a la oficina del gobernador.