“A él lo mandaron a matar, eso no fue ningún incidente. Él no se merecía esa muerte. Eso fue una traición. Los tres tiros fueron en la cabeza”, así se expresaron indignados los familiares de Daniel Castillo, el hombre muerto presumiblemente de un disparo en la cabeza el pasado viernes durante un tiroteo en medio de la celebración de elecciones para escoger al presidente de la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED).
En declaraciones a la prensa, los parientes de Castillo negaron que éste haya acudido a la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) a robarse unas urnas que contenían los votos, sino a distribuir unas comidas y colaborar con los delegados.
“Que se haga justicia, que se averigüe. Eso fue una traición. A él lo mandaron a matar”, reiteraron con expresiones de dolor e impotencia.
Castillo, la víctima fatal de los violentos disturbios en la UASD, se desempeñaba como inspector de espacios públicos en la alcaldía de Santo Domingo Este. Residía en Villa Faro.