El pastor Antonio María Jiménez, quien dirige hace más de una década la Iglesia de Dios en Salcedo, censuró el proceder de la alcaldesa María Mercedes Ortíz y el alto dirigente del partido gobernante Bauta Rojas, quiénes pintaron con grafiti y pintura negra el comando de campaña que dispuso el candidato independiente a la alcaldía Jorge Eliú Mirabal, en apoyo a la candidatura presidencial de Ramfis Domínguez Trujillo.

Jiménez consideró que si existe una ley que prohíbe al nieto del dictador aspirar a algún cargo, por promover éste la figura de Rafael Leonidas Trujillo, deben ser los tribunales los que se encarguen de juzgar hacer cumplirla por los medios establecidos legalmente. «No pueden aplicar la ley por sus propias manos».

Jiménez, quién ha vivido casi toda su vida en dicho municipio, recordó los episodios de violencia vivieron los salcedenses hace unos años atrás, cuando “unos muchachos sin control, destruían todo lo que encontraban: los letreros, las casas comerciales, los cristales, todo lo destruían. Y nosotros vivíamos orando, hasta que Dios cambió el panorama de Salcedo”.

«No estamos de acuerdo con el odio y el resentimiento, ya eso es una época pasada, superada. Es una época que ya cualquier familiar de Trujillo que quiera incursionar en la vida política de este país, y llega a asumir la posición que busca, no puede (convertirse en dictador), aunque quisiera, no puede, porque ya son otras épocas», refirió.

En este sentido, dijo sentirse asombrado y triste por lo ocurrido, debido al mensaje que tanto la alcaldesa como Bautista Rojas Gómez están mandando a esos jóvenes. “Nosotros vimos cosas como esas en esos muchachos que no tenían conocimiento ni conciencia, pero al uno ver dos personas principales del pueblo actuando de esa manera, eso le da tristeza a uno, porque cuál es el mensaje que le están mandando a esa juventud”, precisó.