Por: José Alfredo Espinal

SANTIAGO.- Fernando de los Santos (La Soga) pensó que ayer sería un día normal. El destino, sin embargo, le deparaba otra suerte: moriría acribillado a balazos, poco después de las 8:30 de la mañana, cuando salió de la marquesina de su casa.

El asesinato del exteniente de la Policía Nacional en la comunidad de Gurabo, sin embargo, no sorprende: era famoso porque estaba vinculado a la muerte de más de 30 supuestos delincuentes y por su presunta participación en varios crímenes por encargo.

La Soga fue dado de baja de la Policía el 18 de noviembre del 2011, tras ser sometido al Tribunal Policial. Desde entonces estuvo prófugo hasta que lo apresaron en el 2017. Finalmente fue liberado bajo fianza y estaba en espera de juicio. Trascendió que además era buscado por la Interpol.

El vocero del Comando Cibao Central de la Policía, coronel Juan Guzmán Badía, informó que en el lugar del hecho recolectaron cerca de 30 casquillos de bala de armas de calibres 9 milímetros. Dijo que los que le dispararon se desplazaban en motocicletas.

Agregó que el coronel Matos Pérez y un equipo de Homicidios están a cargo de las investigaciones para determinar las circunstancias y las personas que participaron en el asesinato.

Junto a los casquillos recolectados la Policía tiene un vehículo del fallecido y otras evidencias para determinar cuántas personas participaron en el crimen.

Según informaciones no oficiales, De los Santos encabezó, junto a otros agentes policiales, el comando “El Equipo”, que ejecutaba a supuestos delincuentes que eran buscados por la Policía. Algunos de sus compañeros perdieron la vida en la mismas circunstancias que él.

Además, el exoficial buscaba en los barrios a los presuntos delincuentes a los que los demás agentes temían enfrentarse. Incluso, se dice que mataba a los presuntos antisociales en plena hora de almuerzo y frente a familiares.

La Soga fue apresado en noviembre de 2017 por su supuesta vinculación en la muerte de Elvis Valerio y Luis Roberto Torres, ocurridas en el 2011, y por porte ilegal de un arma de fuego. Sin embargo, meses después fue liberado.

La Policía dijo que el oficial estaba retirado, sin embargo, trascendió que estaba activo pero en perfil bajo. Asimismo, se le atribuye la muerte de un empresario que fue raptado en San Francisco de Macorís.

El cadáver del exteniente fue trasladado al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif).