VIDEO | Martine Moise no confía en Policía haitiana para investigar magnicidio, pide intervención de la ONU

VIDEO | Martine Moise no confía en Policía haitiana para investigar magnicidio, pide intervención de la ONU

Tras casi un mes del magnicidio al presidente haitiano Jovenel Moise, su viuda Martine Moise manifestó que la Policía haitiana no tiene la capacidad ni la imparcialidad para dar con los autores intelectuales del horrendo crimen, mucho menos para identificar el móvil.

Su sospecha de que la guardia presidencial fue cómplice del asesinato se acrecienta cada vez más. Es que aquel fatídico día, 7 de julio, cerca de 50 militares debían proteger la familia presidencial, «50 pueden contra 28 mercenarios» le dice su lógica, pero la realidad es que ningún agente resultó herido, los asesinos pudieron entrar a la casa del presidente sin obstáculo alguno, saquearon la vivienda y mataron con el disparo de 12 proyectiles al primer mandatario de la nación más empobrecida de América.

Durante una entrevista que le concedió a CNN en el sur de la Florida, Martine Moïse —que todavía va vestida de luto, y tiene el brazo vendado desde la muñeca casi hasta el hombro— describió detalles escalofriantes del ataque y exigió la ayuda del mundo para resolver el asesinato.

«Alguien dio la orden y alguien pagó el dinero. Esas son las personas a las que estamos buscando. Quiero la ayuda del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para encontrar a esas personas», dijo.

El primer momento en el que supo que algo andaba mal fue cuando ella y su esposo escucharon disparos fuera de su casa alrededor de la 1 a.m. Una vez que se dieron cuenta que los hombres armados habían entrado en la casa, trataron de esconderse en el piso detrás de su cama, dijo.

«En ese momento, ni siquiera pensé que iban a poder entrar a la habitación donde estábamos, porque teníamos unos 30 o 50 guardias de seguridad (en la casa)», explicó.

Moïse dijo que, desde donde se encontraba tirada en el suelo, con el brazo roto y sangrando en múltiples lugares, solo podía ver los zapatos de quienes habían ingresado. Estima que cerca de doce hombres entraron en el cuarto, hablando en español y buscando algo específico.

«Entraron a la habitación para buscar algo, porque los escuché decir ‘No es eso, no es eso… eso es’ (en español). Lo que significa que encontraron lo que estaban buscando».

Solo entonces se fijaron en el presidente, que se encontraba en el piso, e hicieron una llamada telefónica que fue fatal, recordó con una calma devastadora.

«Estaba vivo en ese momento. Dijeron que era alto, delgado y negro, y tal vez la persona en el teléfono le confirmó al atacante que era él. Entonces le dispararon en el suelo», relató.

Según la hoy viuda, los atacantes nunca se dirigieron directamente al presidente.

«Una vez que le dispararon al presidente, ahí fue cuando pensé: ‘Se acabó para los dos’. Y cerré los ojos, sabes, no pensé en nada más. Pensé, ‘Se acabó. Este es nuestro último día'», dijo.

Pero los atacantes se fueron sin derramar más sangre. Moïse cree que pensaron que estaba muerta.

Incluso después del ataque, los guardias de seguridad encargados de proteger a la primera familia de Haití no llegaron. Fue una criada la que finalmente encontró a la Sra. Moïse en el cuarto empapada de sangre, y a quien le pidió que trajera una de las corbatas de su esposo para que le sirviera de torniquete en el brazo, dijo.

Finalmente llegó un equipo de la Policía Nacional para llevársela, primero a un hospital local de que apenas se acuerda y luego en avión a un hospital de Miami con sus hijos.

Le siguió llamando la atención a Moïse que al momento de salir de su casa, esa madrugada del 7 de julio, la ausencia de los guardias habituales en los terrenos del complejo.

«Los guardias no se iban sin una orden. Tal vez recibieron una orden de irse, esto es lo que creo (que sucedió)», dijo. «He estado pensando mucho sobre cómo pudo haber sucedido esto», indicó.

Al menos 24 policías están bajo investigación, según el jefe de la Policía de Haití, Leon Charles. Doce fueron detenidos y cuatro fueron acusados de trabajar en estrecha colaboración con el grupo de supuestos mercenarios colombianos sospechosos de haber realizado el ataque, según la portavoz de la Policía Nacional, Marie Michele Vernier.