Videojuego muestra invasión Venezuela

Videojuego muestra invasión Venezuela

LOS ANGELES (AFP).- Invadir Venezuela, derrocar a un “tirano hambriento de poder” y asegurar el suministro de petróleo es el objetivo de uno de los últimos videojuegos que saldrá al mercado en Estados Unidos, donde los creadores se nutren de temas polémicos de la realidad para idear sus productos.

“Mercenaries 2: World in Flames” (Mercenarios 2: Mundo en llamas) es el nombre de este videojuego con lo último en tecnología que saldrá a la venta el próximo año y cuya primera entrega se desarrollaba en la península de Corea.

Con imágenes tridimensionales el usuario encarna a un soldado cuya misión es derrocar a “un tirano hambriento de poder que altera el suministro de petróleo de Venezuela, desatando una invasión que convierte al país en una zona de guerra”, reza la presentación de sus creadores, Pandemic Studios, en su sitio web.

Hace unos años las puestas en escena de los videojuegos eran tan fantásticas como sus tramas, pero recientemente se han lanzado al mercado o anunciado varios juegos con claras referencias a acontecimientos reales.

En “Mercenaries 2” —de la empresa Pandemic Studios con sede en Los Angeles (California)— se elige como escenario a Venezuela, que exporta a Estados Unidos 1,5 millones de barriles diarios, satisfaciendo el 14% de sus necesidades. Ambos gobiernos protagonizan un caliente cruce de opiniones y roces diplomáticos.

“Pandemic Studios está en el negocio del entretenimiento. Nunca ha estado en contacto con ningún departamento del gobierno de Estados Unidos para el desarrollo de Mercenaries 2”, declaró a la AFP un portavoz de la compañía que pidió el anonimato.

En un breve comunicado enviado a la AFP, la compañía agrega que “la decisión de elegir acontecimientos y locaciones actuales e interesantes para cualquiera de estos juegos tiene el único objetivo de proporcionarle una experiencia divertida e intensa al jugador”.

Pandemic Studio ya tiene varios premios por su arte, donde aplica alta tecnología. En “Mercenaries 2”, las escenas tridimensionales trasladan a paisajes urbanos, selváticos e instalaciones petroleras evidentemente de las zonas donde se extrae crudo venezolano y de Caracas.

Incluso en una imagen de la capital venezolana con edificios derribados tras un ataque se puede ver una sede de la petrolera estatal PDVSA con el mismo logo que la original.

La trama de los bombardeos de la invasión, en la que los jugadores deben dominar las hazañas de un “héroe” con aire de motorizado, alto, musculoso, tatuado, rubio, de peinado “punk”, lentes oscuros, cara cuadrada y barba, podría inspirarse en cualquiera filme de acción con el sello de Hollywood.

Hay otros juegos con la guerra como telón de fondo ambientados en Irak, e incluso existe “Super Columbine Massacre RPG”, una idea que erizó a multitudes el mes pasado cuando se supo que reproducía fielmente la matanza del colegio de Columbine hace siete años. Su creador consideró que promovería el “diálogo”.

El propósito de ese videojuego es que sus jugadores se conviertan en Eric Harris y Dylan Klebold, los dos adolescentes que mataron a 12 estudiantes y un profesor antes de suicidarse, el 20 de abril de 1999 en la localidad de Columbine (Colorado, oeste).

En Colombia dos jóvenes programadores diseñaron un juego basado en el conflicto armado que vive su país, que mezcla acciones de narcotraficantes, guerrilleros y paramilitares.

En otra ala, están los videojuegos cristianos que empiezan a abrirse paso en Estados Unidos. Hay héroes (Catecúmeno), combates (contra la pereza y los pecados capitales) y conversiones del enemigo, lo que no significa, dicen sus creadores, que su misión sea evangelizar.

Creadores y productores de esta próspera industria insisten en que sólo “es entretenimiento”, descartando las tesis sobre una manipulación de quien está tras la consola.

El lanzamiento de “Mercenarios 2: Mundo en llamas” atizó el enfrentamiento verbal entre Caracas y Washington. El vicepresidente venezolano, José Vicente Rangel, comentó al respecto que el gobierno de George W. Bush es un “gobierno de pandilleros, de narcotraficantes y criminales”.

“Eso (el videojuego) forma parte de la gran perversión que hay en la sociedad norteamericana, particularmente su gobierno”, señaló Rangel.

“Yo ví videojuegos similares sobre México. Hay una especie de juego a ver quién mata más mexicanos”, agregó el vicepresidente.

Arrecian críticas a Chávez

WASHINGTON (AFP).- Los congresistas estadounidenses intensificaron ayer, miércoles, los ataques contra el presidente venezolano Hugo Chávez, al acusarlo en una audiencia en la Cámara de Representantes de ser una “amenaza” para la democracia en América Latina y tacharlo de “dictador con dólares”.

La audiencia de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, que debía centrarse en “los éxitos, los desafíos y el futuro de la democracia en América Latina”, ha sido dominada de principio a fin por Venezuela y sus injerencias en procesos electorales de otros países.

“Estoy especialmente preocupado por el actual ataque contra la democracia en América Latina”, afirmó el representante republicano Jerry Weller (Illinois, norte), antes de denunciar las injerencias de Chávez mediante la financiación de candidatos presidenciales en otros países.

“En Venezuela tenemos a un presidente populista”, lamentó el también republicano Dan Burton (Indiana, norte), en una audiencia donde los ataques contra Venezuela han sido más numerosos que en anteriores ocasiones.

“Nos dijeron que envió dinero y materias primas a otros países para candidatos populistas o izquierdistas en campañas electores”, aseguró el influyente congresista, que sigue tratando de “patio trasero” a América Latina en sus intervenciones.

De parte demócrata, tampoco faltaron críticas a Chávez: “En Bolivia, Perú, México y Nicaragua, Chávez hizo abiertamente campaña y financió candidatos de los que cree que se sumarán a su alianza con el dictador cubano Fidel Castro”, afirmó el californiano Tom Santos.

Según él, “para garantizar que los presidentes latinoamericanos elegidos recientemente o a punto de serlo no estén presionados para aceptar promesas de petróleo de parte de dictadores con dólares, (los estadounidenses) tenemos que volver a comprometernos en la región”.

Weller se atrevió incluso a mostrar dos fotos en la audiencia, una de camiones transportando presuntamente fertilizantes entregados por Venezuela a ayuntamientos sandinistas, y otra del sandinista Daniel Ortega saliendo de un helicóptero, que dijo que habría sido donado por Chávez.

El republicano Dana Rohrabacher (California) se sumó a las críticas para denunciar los lazos entre Venezuela y China, “el mayor violador de derechos humanos en el mundo”, según sus propias palabras.

Las alianzas de Pekín “con Chávez, Castro y Panamá (…) no están haciendo un favor a la causa de la democracia y es una amenaza para Estados Unidos”, aseguró el representante.

Pocos fueron los congresistas que salieron en defensa del presidente venezolano. El más destacado fue el demócrata neoyorquino Gregory Meeks, quien recordó que Chávez fue víctima de un golpe de Estado el 11 de abril de 2002.

“El enemigo somos nosotros mismos”, afirmó Meeks antes de insistir en la necesidad de luchar contra la pobreza en la región.

“La pobreza es el parásito de la democracia”, aseguró.

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