Viejas prácticas nocivas contra nuevos jefes policiales

Viejas prácticas nocivas contra nuevos jefes policiales

UBI RIVAS

Son harto conocidas las viejas prácticas nocivas contra nuevos jefes policiales con la perversa intención de desacreditarlos y lograr sustituirlos, conforme es mi experiencia desde que al mayor general Rafael Guillermo Guzmán Acosta le mataban diario policías, y me acerqué a él, para señalarle de dónde procedían los tiros cómo superar el problema.

Desde la jefatura del recordado y probo desmaterializado jefe policial y abogado Ramón Alcides Rodríguez Arias, con quien compartí experiencias en la praxis de providencias policiales, no sostengo contactos con jefes policiales.

El introito es consecuencia de nota de prensa de El Nacional del 15 del presente mes denunciando que grupos orquestan campaña de descrédito contra el nuevo incumbente policial, mayor general Edward Sánchez González.

Conforme referencias consultadas en Wikipedia, el mayor general Edward Sánchez González nació en SFM el 02-10-1972, durante la jefatura del mayor general ERD Neit Rafael Nivar Seijas, a quien visitaba diario en su despacho.

El mayor general Sánchez González cuenta con 49 años de edad, y es posible que su edad sea el primer escollo que enfrenta, porque algunos con mayor edad creen merecer más que él, pero sucede que designar a un jefe policial o militar no es cuestión de criterios de compañeros, sino decisión del Presidente de la República.

La hoja de servicios del mayor general Sánchez González y su cercanía con la embajada de EEUU fueron los soportes que motivaron a nuestro presidente Luis Abinader designarlo jefe policial, ahora director.

Conocedor de la institución desde enero 1992 cuando ingresó como cadete, el mayor general Sánchez González debe conocer en la institución del orden al cojo sentado y al tuerto durmiendo, y proceder ipso facto, impidiendo que lo jodan.

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