Aún es pobre el apoyo de las autoridades al ciclismo
Elvis Cecilio Rodríguez Taveras tuvo su primera bicicleta a los 38 años, hace ya 11. De niño solo montaba de forma ocasional cuando alquilaba, y luego usaba a escondidas la de un pariente que vivía en su casa, pero después de convertido en propietario recuperó el tiempo ¡y vaya cómo! Acuña entre sus logros el reto Everets, acumular 8,848 metros de recorrido. Sí, la altura de ese monte y lo hizo en 18 horas, en el cerro Resolí.
Con el paso a la adultez, María Domínguez (Adelina) deja de lado su pasión de infancia. Hace dos años sus tres hijos abandonaron el nido, cuando esta madre tenía 43. Así que para entretenerse volvió a pedalear. Mas, terminó de lleno en este pozo encantador que la sumerge en los rincones más recónditos del país, en recorridos como el de 27 provincias en seis días, a puro pedal y pulmón.
Estos aventureros muestran así que cualquier edad es buena para girar, para cambiar estilos sedentarios, monótonos, por saludables y amigables con el medio ambiente, palabra de moda. Claro, para que todo sea por lo menos casi color de rosa falta más respaldo de las autoridades, aumentar su pobre apoyo.
“Que trabajen en favor del ciclismo deportivo, de ocio y de medio de transporte”, clama Elvis Cecilio, que define bueno el inicio de las ciclovías.
Ah, pero quedan puntos cardinales como las campañas de educación vial y mejorar la seguridad en las calles, tanto en las que tienen ciclovías como en las que no. Crear normas y disposiciones en el tráfico, por ejemplo respetar la distancia para pasar al lado de un ciclista. Enseñar a la población cómo adelantar (rebasar) una bicicleta.
Amor limitado solo por un tiempo. Elvis Cecilio amaba el ciclismo pero como no tenía lo esencial, la bicicleta, obvio, no había mucho por hacer. Pasaron casi 25 años sin que pensara siquiera en montar.
De repente, en 2010 un amigo le propone venderle a Lola, la que le cambió la vida, la primera suya y la que le conectó con Tony Rodríguez, dueño de una tienda del ramo, que le orientó y suplió ropa y accesorios.
Lola lo acerca a Cicloruta Dominicana, grupo de ciclismo de ciudad, del que pasa a ser la cara, y lo ayuda a cumplir retos.
Uno en curso, visitar las 32 provincias. Luego subir el puerto de montaña más largo del mundo, Altos de Letras, Colombia. Su primera actividad internacional.
Ruta 27 ¿Cómo así? El recorrido de Adelina y su tropa por 27 provincias implicó parar en cada alcadía y entregar una bandera de “los mensajeros del compromiso”, para ser izada junto a la municipal.
Si algo agradece al ciclismo es que le ha dado más salud y alegría y claro, como ser humano con su chin de ego, que le ha moldeado más el cuerpo.