POR RANDY HILL
Especial para FOXSports.com
A la tierna edad de 35 años, muchos representantes de la fraternidad masculina humana llegan a una crisis física. Este asunto frecuentemente parece ocurrir de la noche a la mañana, creando la necesidad de que el individuo tenga que ayudarse para mantenerse de pie derecho.

El espejo de la habitación – que era un amigo a principios de los 30 – oficialmente se ha convertido en el enemigo.

Pero los jugadores de las Grandes Ligas parecen inmune a esa transición. Las razones por las que esto sucede incluyen sustancias para mejorar el rendimiento, proteínas y los ejercicios durante la temporada muerta, no hacen daño.

De todas formas, basado en los números, la MLB podría recibir el crédito de patrocinar un tour de veteranos.

Veamos una lista, posición por posición de los veteranos que más prevalecen:

Primera base: Mientras varios señores mayores podrían ocupar esta posición, la opción clara es el supuestamente hombre de 48 años, Julio Franco. Julio alega estar a dos años de los 50, pero este alegato parece sospechoso, cuando comienza a contar la historia de su primer hit en las mayores… contra Walter Johnson.

Segunda base: Esta posición es reclamada por Jeff Kent, de 39 años, de los Dodgers. Jeff está bateando .300 y es el bateador de poder más peligroso de su equipo, lamentablemente para los Dodgers, eso es como decir que sacaste la mejor nota en los exámenes de agosto.

Shortstop: Omar Vizquel, de San Francisco, es uno de los mejores fildeadores que hemos visto y ya tiene 39 años. Esa estadística es un poco extraña luego de haber acabado con José Mesa en su libro.

Tercera base: Craig Biggio ha sido un receptor, segunda base y jardinero central. Ahora, con 41 años, el hombre de los Astros de Houston va a ser tercera base porque Kent necesitaría una bazuka para llegar la bola a primera de tan lejos.

Jardinero izquierdo: El futuro líder de jonrones de todos los tiempos Barry Bonds es una prueba viviente de que a los 42 años no hay que comprar una silla de ruedas. Estoy esperando a que Curt Schilling acuse a Bonds de hacer trampa en su acta de nacimiento para seguir con su “coro”.

Jardinero central: Kenny Lofton, de Texas, quien ha visitado más clubhouses de la MLB que el representante de distribución de semillas de girasol, tiene la capacidad de ayudar equipos a llegar a los playoffs. Con 39 años, Kenny todavía tiene la velocidad de hacer su trabajo.

Jardinero derecho: A los 40, Moisés Alou está bateando .318 lo que sugiere que no hay problemas de vejiga que le impidan mantenerse en juego. Debe señalarse que sin la intervención de Steve Bartman, Alou tendría 34 años ahora mismo.

Receptor: Aunque en la actualidad solo se agacha para amarrarse los cordones, Mike Piazza, de Oakland, encaja bien en este puesto.

Bateador designado: Si él pudo ser el Big Hurt cuando tenía 20 años, imaginen lo que debe ser para Frank Thomas, a sus 38 años, el proceso de preparación.

Abridor: El zurdo de los Diamondbacks de Arizona Randy Johnson se ha quedado suficiente tiempo (tiene 43 años) para suavizarse con los reporteros que anteriormente odiaba a muerte.

Abridor: John Smoltz (39 años) se quedó calvo hace mucho tiempo, pero tiene suficiente brazo para pasar de stopper a cerrador y volver a abrir.

Abridor: En su primer año con los Padres, Greg Maddux (40) no ha perdido nada en su recta, una racha relacionada con su brazo que ya lleva solamente 15 temporadas.

Abridor: El zurdo de los Filis de Filadelfia, Jamie Moyer, es el único jugador en el béisbol cuya edad (44) va a la par con el número que produce en el radar.

Abridor: El zurdo Tom Glavine le da a los Mets suficientes veteranos como pedir que se coloquen novelas de antaño en el televisor del clubhouse.

Cerrador: Trevor Hoffman (39) años ha demostrado una longevidad igual a la de tres cerradores típicos. Por favor tomen en cuenta que Mariano River cumplirá 38 años en noviembre a menos que pierda otra oportunidad de salvamento y su edad mental pase a 45 años.

Posible añadido a la rotación: Estaba preparado para negociar un contrato con Roger Clemens, pero decidí tomar una siesta.