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POR MARGARITA QUIROZ
Jorge Corsi, psicólogo argentino especialista en el tema de la violencia intrafamiliar, estará de visita en el país para hablar sobre la violencia de género y los programas de atención a hombres que ejercen violencia, un nuevo modelo que se viene tratando en procura de combatir esta problemática social que perjudica a millones de familias en todo el mundo.
El experto internacional fue invitado por el Patronato de Ayuda a Casos de Mujeres Maltratadas para que a través del seminario Violencia de género: programas de atención a hombres que ejercen violencia dar a conocer a los especialistas criollos pautas sobre cómo tratar terapéuticamente a hombres violentos.
El seminario se impartirá los días viernes 24 y sábado 25 del mes en curso, en la sede central de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, en el aula AO-4, a partir de las 9:00 de la mañana hasta las 6:00 de la tarde. El costo es de RD$3.000 y para mayor información llamar a los teléfonos 809-533-7833 y 809-535-8073.
Corsi es director de la Carrera de Especialidad en Violencia Familiar, de la Universidad de Buenos Aires, también es profesor titular de psicoterapia en la Universidad de Palermo y consultor de organismos internacionales. Es autor de varios libros sobre el tema, entre ellos Violencia familiar, Violencia masculina en la pareja, Maltrato y abuso en el ámbito doméstico y Violencia social.
El planteamiento de Corsi sobre esta problemática es sencillo: el fenómeno de la violencia al interior de las familias no es un problema de hogar ni particular, es un problema de salud pública.
Según él, este fenómeno afecta los derechos humanos y refleja su nivel más dramático cuando se expresa a través de las muertes, especialmente de mujeres.
Por eso insiste en que si bien es importante atender las consecuencias, lo es mucho más actuar sobre las causas, plantearse los orígenes y de esa manera cambiar hacia una perspectiva más preventiva.
En tal sentido, explica que para que el hombre no ejerza violencia contra la mujer habría que plantear una profunda reforma en el sistema educativo que apunte a una educación no sexista, de equidad entre los géneros, y talvez desde la propia escuela que abra canales para una reeducación de las familias, para que aprendan el nuevo modelo.
