Vientos de cambio favorecen a los biocombustibles

Vientos de cambio favorecen a los biocombustibles

Los inversionistas apuestan a que el ganado norteamericano encontrará otra cosa que comer, mientras el dinero que se suma a la nueva producción de etanol desvía los recursos del pienso a la energía. Expertos de la industria estiman que cada nueva planta de etanol de 100 millones de galones al año consume maíz suficiente para alimentar 500,000 cabezas de ganado, generando un debate muy animado entre los líderes de la agricultura norteamericana sobre la prioridad relativa del alimento frente al combustible.

Imperturbables, los inversionistas siguen respaldando la construcción de más de 30 nuevas plantas en Estados Unidos que producirían unos 2,6 millardos de galones adicionales al año y elevarían la producción a 7,3 millardos de galones a mediados de 2007.

Los biocombustibles, que incluyen etanol y biodiesel, han desplazado las granjas eólicas como el área de mayor enfoque de las inversiones en energía renovable, de acuerdo con New Energy Finance, una consultoría radicada en el Reino Unido.

Mientras que el enfoque reciente del inversionista ha estado en los resultados de las emisiones de acciones corrientes relacionadas con el etanol, New Energy estima que el valor global de las inversiones en biocombustibles patrocinadas por las acciones privadas alcanzó los US$957.0 millones en los primeros cinco meses de este año, a partir de una cantidad despreciable en el mismo periodo un año atrás. La energía eólica, algo importante el año pasado, atrajo solo US$24.0 millones, comparado con US$932.0 millones anteriormente.

“Los biocombustibles son el sabor del mes. El etanol ahora es más fuerte que el viento”, dice Michael Liebreich, jefe ejecutivo de New Energy Finance.

La inversión de acciones privadas en biocombustibles ignora las inversiones que se hacen por compañías como Archer Daniels Midland -el mayor productor de etanol en EEUU- y Cargill, el grupo de negocios agrícolas que dijo que planea mantenerse concentrado en su negocio de alimentos para el ganado.

Los inversionistas, que están ansiosos por capitalizar el creciente interés en las alternativas a los combustibles fósiles, se concentraban antes en el viento porque era la tecnología más madura de la energía renovable.

Pero las formas más eficientes de producir etanol se han unido a los crecientes precios del petróleo y a los problemas relacionados con el suministro de turbinas eólicas para hacer más atractivos a los biocombustibles.

El señor Liebreich dijo que los precios relativos del etanol y los combustibles fósiles eran la clave para el incremento de las inversiones en etanol. “Nuestra investigación demuestra que los productores de etanol en EEUU pueden salir adelante, aún con un precio del petróleo de US$55.0 el barril sin subsidios. Con susbsidios, pueden hacer dinero cuando el petróleo esté a US$40.0 el barril, aunque las cifras precisas varían de estado a estado”.

Pat Woertz, el nuevo jefe ejecutivo de ADM, dijo a los analistas la semana pasada que la compañía no necesitaba un petróleo a US$70.0 el barril para justificar un programa de gasto de capital que le añadiría más de dos millardos de galones de etanol al año a la capacidad existente.

El señor Biebereich alertó que las compañías de etanol siguen siendo “una apuesta a materias primas”, y que son vulnerables a una baja en el precio del petróleo o a grandes movimientos en el precio del etanol. El precio mayorista de etanol derivado del maíz se ha duplicado y más en el último año, para llegar a US$3.0, impulsado por su empleo como aditivo a la gasolina para sustituir los MTBE -un compuesto que se sabe contamina el agua potable-, después de introducidas nuevas reglas ambientales este mes que eliminan la protección de los seguros a los productores de MTBE.

Y mientras el suministro y la demanda están equilibrados por el momento, algunos productores pronostican que habrá escasez a finales del año, dependiendo del porcentaje de etanol que los refinadores mezclen con la gasolina. Sin embargo, el volumen de nueva capacidad que se incorpora al sistema ha llevado a muchos analistas a pronosticar que pudiera haber un exceso en los inicios de 2008, a menos que se hagan mayores esfuerzos por mejorar la infraestructura para transportar el etanol de su área central de producción en el Oeste Medio de EEUU, a las áreas de mayor demanda en las costas.

La competencia en aumento entre el uso del maíz como alimento y como combustible, pudiera elevar el precio de los alimentos y enfrentar a los ricos conductores de autos del oeste con los hambrientos consumidores de los países en desarrollo.

Estados Unidos, el mayor exportador de maíz, convertirá tanto o más granos en etanol el próximo año, del que venderá en el exterior, de acuerdo con estimados del Departamento de Agricultura de EEUU.

VERSION: IVAN PEREZ CARRION

Publicaciones Relacionadas

Más leídas