En política hay que saber defender la sociedad y respetarla, no importa el momento que estemos viviendo y nunca las expresiones deben afectar a ninguno de sus miembros.

Es sumamente importante que de ti ni de cualquier miembro de tus compañeros existan dudas, porque “el control institucional sobre el control no es un juego de palabras; siempre hay que tener presente a los antiguos griegos, porque ellos supieron elegir una figura mitológica llamada Argos Panoptes, que representaba un gigante con mil ojos que vigilaba la morada de los dioses.

Era como si se tratara de la seguridad de las ideologías, que motorizaba a toda la población con una sola mirada sin contar el tiempo, por eso, si actuamos dentro de ese espacio no es necesario llenar las ciudades de cámaras para vigilar el pueblo, pues se convertirá cada quien en su vigilante intimo y de los demás, por tanto podríamos saber la dirección verdadera de todos los vientos y no tendríamos que decir que los vientos no son favorables y no existiría el miedo a los otros y hasta el miedo a uno mismo.

Al hablar del sentido de los vientos políticos es necesario abrir un verdadero debate público, sobre el término seguridad, puesto que en República Dominicana nadie puede sentirse seguro, puesto que nos hemos convertido, mejor dicho transformado en varios polos semánticos y todos tenemos miedo de todos.

Ya los dominicanos dedicados a la política viven en un mundo cuyos vientos no tienen sentido, porque hace mucho tiempo, que se viene rentabilizando un clima social de temor inducido artificialmente, porque un día cualquiera, después del festín financiero desenfrenado que los vientos sin sentido nos dejaron de regalo, nos damos cuenta del coste social que viene pagando aquella de las clases más vulnerables del país y porqué no decir también las clases ricas, por eso, no estamos en un mano a mano y en cualquier momento la explosión social sale a relucir por los agravios recibidos.

¡Que Dios nos proteja! Sería un golpe fatal, para lo cual no estamos preparados!