Vietnam, 30 años después

Vietnam, 30 años después

POR QUILVIO CABRAL ACHECAR
El pasado 30 de abril se cumplieron 30 años de que terminara en Vietnam un largo período de guerras y se iniciara la recuperación de este encantador país del sudeste asiático. Mi esposa y yo estuvimos en Vietnam del 17 de marzo al 1 de abril de este año y pudimos comprobar cómo ha cambiado este país en los últimos 30 años.

La comprobación la realizamos, al comparar lo que vimos ahora, con lo que leimos en varios artículos de revistas sobre Vietnam, escritos en diferentes fechas, dentro del mismo período.

Volamos a Nueva York, de donde tomamos un vuelo a Tokyo y de allí a Hanoi. El visado lo gestionamos via Internet, obteniendo finalmente la visa oficial en el mismo aeropuerto de Hanoi. El edificio de la terminal del aeropuerto de su capital es muy moderno y funcional. Está construido básicamente de estructuras metálicas, con paneles de vidrio en el exterior, por lo que es claro y se siente mucha amplitud en los ambientes. Funciona estupendamente y ésto, junto al trato delicado y amable de los empleados, autoridades y militares, hacen que uno se sienta muy bien.

A Hanoi llegamos a las 3:00 de la tarde del sábado y despues de hacer un tour por la ciudad en «cyclo bus», una especie de triciclo con un asiento delante para el pasajero, y de oir misa en la catedral, salimos a las diez de la noche, en el tren del norte para Lao Cai, una pequeña ciudad que está en la frontera con China. Allí llegamos a la 6 de la mañana del día siguiente y luego de desayunar viajamos en una «voladora» a Bac Ha, donde todos los domingos tienen un mercado al que asisten a vender sus productos, personas pertenecientes a diversas etnias de la zona.

La población de Vietnam está formada por 54 grupos étnicos, constituyendo el grupo Viet la mayoría, con un 88%. Los Viet viven en las llanuras costeras, los deltas de los ríos Rojo en el norte y Mekong en el sur, así como en las grandes ciudades. El resto, vive mayormente en las montañas que están en las fronteras con China y Laos. Estas minorías étnicas, conservan su idioma, forma de vestir, costumbres, etc.

El mercado de Bac Ha es muy populoso y ocupa casi todo el pueblo. Las gentes de la región van a vender sus productos: gallinas, puercos, vegetales, frutas, caña, artículos artesanales y de todo. Había muchos turistas y fotógrafos con aparatosas y sofisticadas cámaras. La gente, en general, anda de prisa y luce ignorar a los extranjeros. Aunque todo era un molote, no se siente temor alguno y el ambiente es seguro. Las mujeres van vestidas con ropas típicas, las cuales son de mucho colorido y cargadas de detalles.

De Bac Ha regresamos a Lao Cai, para seguir hacia Sa Pa, un encantador y pequeño pueblo de agradable temperatura, que a cada momento se cubre con una niebla tan densa, que impide ver la acera opuesta. Con razón, los poetas lo llaman «La princesa escondida detrás de la niebla».

Al otro día hicimos una caminata por la zona donde viven los del grupo étnico Mong. Este grupo tiene tradiciones muy arraigadas, creencias sumanente curiosas y costumbres muy extrañas, para nuestros estándares. Por ejemplo, en un subgrupo de los Mong, llamado Mong Negros, los que son fácilmente identificables por el color negro de sus vestimentas, la mortalidad infantil es tan alta, que no les ponen nombres a los niños al nacer, sino que a aquellos que logran sobrevivir y llegar hasta los 3 años, se les hace una gran fiesta y es en ese momento que se les pone su nombre.

Despues de pasarnos tres días en esta encantadora región, volvimos a Hanoi, una ciudad muy oriental, tranquila y con restaurantes excelentes. Allí visitamos, entre otros lugares, el Mausoleo de Ho Chi Minh, su Museo, el Museo de la Guerra, que hace énfasis en la guerra contra los franceses y el Templo de la Literatura, donde tienen imágenes de educadores y científicos, quienes reciben una especie de adoración de las gentes. Los estudiantes acostumbran ir a orarles, antes de exámenes fuertes.

Una tarde, fuimos a ver el show de las Marionetas sobre Agua, un novedoso espectáculo, donde marionetas se mueven sobre el agua al ritmo de música vietnamita, interpretada en vivo por un grupo localizado a un lado del escenario. Es un espectáculo, diferente y muy entretenido.

Otros lugares muy interesantes que visitamos fueron la Bahía de Halong, las ciudades de Hue, Da Nang y Hoi An en el centro del país, así como Ho Chi Minh City (Saigón) y el delta del río Mekong en el sur.

Lo que no vimos por ningun lado, fueron restos de aquellos terribles bombardeos que sufrió el norte del país en los últimos años de la guerra. Parece como si no hubiesen existido. Las gentes apenas habla de ellos, salvo en los museos, donde se ven cosas no agradables, como para que, después de 30 años de haberse terminado aquella guerra, no se olvide todo lo que se pasó.

ingqcabral@hotmail.com

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