Vigilancia policial era tímida ayer en los «barrios calientes»

Vigilancia policial era tímida ayer en los «barrios calientes»

POR GERMAN MARTE
La vigilancia policial en las calles de los denominados «barrios calientes» aún era tímida ayer, un día después de que el presidente Leonel Fernández anunciara la extensión del Plan de Seguridad Democrática a otros doce sectores de la zona norte de la capital, además de Capotillo; no obstante, los moradores expresaron su apoyo a la medida del gobierno y afirmaron sentirse más seguros.

Residentes en Gualey, Guachupita, Los Guandules, 27 de Febrero y Ensanche Espaillat, cinco de los sectores incluidos en esta nueva etapa del plan, dijeron que no habían sentido la presencia de los agentes policiales patrullando las calles de sus sectores, como esperaban que ocurriera tras el anuncio del presidente, empero expresaron que apoyan la decisión del gobierno de extender el programa de seguridad democrática, tras considerar que la inseguridad es uno de los principales problemas que les afecta.

Reporteros de este diario recorrieron varias calles de estos sectores y observaron que el patrullaje policial era escaso en Guachupita, Gualey y Los Guandules. En tanto que en el 27 de Febrero y el ensanche Espaillat la presencia policial era nula.

En Guachupita sólo se vio una patrulla de dos agentes en la calle F esquina avenida Francisco del Rosario Sánchez. Pero en el interior del barrio no había, al mediodía de ayer, ni un solo agente policial.

En tanto que en Los Guandules, una patrulla de dos agentes vigilaba los alrededores del Mercadito que opera en la avenida Francisco del Rosario Sánchez. Allí tampoco había patrullas circulando por las calles del interior del barrio. Sí se vio una veintena de agentes en el destacamento del barrio mientras recibía instrucciones del nuevo encargado, el mayor José Vallejo. El oficial informó que estaban en la fase de coordinación del plan, pero aseguró que el barrio está bajo control de las autoridades.

Las opiniones en cuanto al patrullaje policial estaban divididas entre quienes resaltaban la eficacia del plan y quienes entienden que sigue siendo insuficiente.

Pedro Rivera, fundador del barrio Los Guandules, aseveró que los agentes se han limitado a pasar tocando sus sirenas por la avenida. Sostuvo que los policía sólo patrulló el barrio mientras el presidente estuvo en la zona, «eso lo inauguraron para quitarlo. Ellos pasan por la avenida con sus sirenas, pero para allá (dentro del barrio), nada»

En cambio, Eduviges Arias, dijo que por primera vez en mucho tiempo los moradores de Los Guandules pudieron dormir tranquilos porque no se produjeron lasa acostumbradas balaceras. Dijo que el barrio se siente feliz con la entrada en vigencia del Plan de Seguridad Democrática, porque ahora por lo menos pueden salir a comprar en el mercadito.El pasado lunes el presidente Fernández encabezó un ceremonial con el cual se dio inicio a la extensión del Plan de seguridad a los barrios Las Cañitas, Simón Bolívar, Gualey, Los Guandules, Guachupita, 27 de Febrero, Villas Agrícolas, La Zurza, Luperón, Las Cañitas, Espaillat y La Ciénaga.

El presidente destacó que el programa de seguridad ha dado como resultado que ahora en el sector de Capotillo se registra una sustancial reducción del número de homicidios y del resto de las actividades de delincuencia común.

Pero según Angel Molina, de la Coordinadora Barrial del 27 de Febrero, todavía ayer al no había llegado el patrullaje policial a ese sector.

Asimismo, Ramón Montero, del ensanche Espaillat, afirmó que el patrullaje sigue igual que en días anteriores. Sin embargo, acotó que con sólo incrementar la vigilancia policial no se resuelve el problema de la delincuencia en los barrios, sino que se precisa de crear más fuentes de empleos e invertir en educación.

De su lado, Alexis Rafael Peña, director ejecutivo del Centro Para la Paz, Tolerancia y Desarrollo (CEPATODE), expresó que la situación en los barrios sigue igual en lo relativo a la vigilancia policial, «por ahora, no se observa ningún incremento en el patrullaje».

Indicó que los barrios están esperando que el Plan tenga sus efectos en la prevención del crimen y la violencia. Manifestó que los comerciantes de la zona esperan que la vigilancia policial se extienda cuanto antes a los barrios anunciados por el presidente de la República.

Indicó que el temor de los moradores de los barrios a donde no se extendió el programa de seguridad ese que los delincuentes se trasladen hasta Villa María, María Auxiliadora, Villa Fontana, Villa Consuelo, Villa Francisca y San Carlos, entre otros.

Asimismo, Pedro Mejía, presidente de la Junta de Vecinos La Unión, de Guachupita, dijo que además del patrullaje policial la gente espera que el gobierno cumpla con las demás promesas de realizar obras en los barrios pobres como politécnicos, polideportivos y escuelas, así como la creación de fuentes de empleos.

Mientras que Raquel Frías dijo la aspiración de los residentes en los barrios marginados donde se aplica el Plan de Seguridad es que el mismo se mantenga, «porque si dejan de hacerlo, olvídate, esto se pondrá peor».

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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