Un vigilante de 63 años se suicidó de un disparo en la cabeza, la mañana de ayer en el baño de una sucursal bancaria, en la Plaza Haché de la avenida John F. Kennedy.

El hombre identificado como Pablo Sánchez, se disparó en la región temporal con entrada y salida, explicó la médica legista Margarita Santana.

Sánchez, quien tenía 10 años de trabajo en el servicio de seguridad del banco, era nativo de San José de Ocoa y residía solo en el sector El Olimpo, de Herrera.

Compañeros y empleados de la plaza lo definieron como un hombre muy alegre y dijeron que desconocen las causas por la que se quitó la vida.

Dos hijos de Sánchez manifestaron que su padre era solitario y tenían poca comunicación con él.

Paola Sánchez informó que su padre la llamó anoche llorando, pero no le comunicó qué le pasaba.

Indicó que era un hombre sano, pero desconocía si tenía problemas.